Surgió en él un fuerte deseo de conocerla y, para satisfacer su propósito, decidió escribir a todos sus amigos y solicitarles un trozo de la misma. Pensó que alguno tendría la bondad de enviársela. Así, comenzó a escribir cartas y cartas, durante varios días, siempre con el mismo ruego: “Por favor, enviadme madera de sándalo”.
Pero un día, mientras estaba ante el papel, pensativo, mordisqueó el lápiz con el que había escrito las cartas y, de repente, olió la madera de que estaba hecho. Entonces, descubrió que era de sándalo.
Cuento popular hindú
Bastami era uno de los más grandes sufíes de la India. Se proponía efectuar una larga peregrinación a La Meca, cuando se encontró con un guía espiritual que le preguntó:
— ¿Por qué debes ir a La Meca?
— Para ver a Dios — repuso.
El guía le ordenó:
— Dame ahora mismo todo el dinero que llevas contigo para el viaje.
Bastami le entregó el dinero, el guía se lo guardó en el bolsillo, y dijo:
— Sé que habrías dado siete vueltas alrededor de la piedra sagrada. Pues bien, en lugar de eso, da ahora siete vueltas a mi alrededor.
Bastami obedeció y dio siete vueltas alrededor del guía, quien declaró a continuación:
— Ahora sí has conseguido lo que te proponías. Ya puedes regresar a tu casa con el ánimo sereno y satisfecho. Pero antes quiero decirte algo más. Desde que La Meca fue construida, ni un solo minuto Dios ha morado allí. Pero desde que el corazón del hombre fue creado, ni un solo instante Dios ha dejado de habitar en él. Ve a tu casa y medita. Viaja a tu corazón.
Cuento de la tradición sufí.
Un discípulo estaba ansioso por recibir las más altas enseñanzas y le preguntó a su maestro:
— Por favor, señor, ¿qué es la verdad?
— La verdad está en la vida de cada día.
Decepcionado, el discípulo protestó:
— En la vida de cada día sólo encuentro rutina y vulgaridad pero no veo la verdad por ningún lado.
El maestro dijo:
— Esa es la diferencia. Unos la ven y otros no.
Cuento tomado del libro “Los 120 mejores cuentos de las tradiciones espirituales de Oriente”, de Ramiro Calle y Sebastián Vázquez.
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