Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté
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17 nov 2013

100 consejos



Adaptación del texto original de Padampa Sangye[1]

¡Reverencia al Buda!

Practicantes afortunados, ¡escúchenme!



Así como las ropas viejas no pueden remendarse,

no hay nada más que hacer cuando el mal es fatal.

Los seres de este mundo somos como los ríos

que fluyen hacia el mar: corremos a morir.



Así como el pájaro en la copa de un árbol alza el vuelo,

en breve, yo también tendré que despedirme.

1

Amigos, si perdemos el tiempo y nos marchamos con las manos vacías,

será muy difícil merecer otra vida humana en el futuro.



2

Amigos, dedicarnos a las enseñanzas sagradas

en pensamiento, palabra, y obra es nuestra mejor opción.



3

Amigos, ofrezcamos nuestras vidas, mentes, y corazones a las Tres Joyas[2],

y Sus bendiciones no se harán esperar.



4

Olvidemos las ocho preocupaciones mundanas[3], y ocupémonos del porvenir.

Amigos, esa es la aspiración definitiva.



5

Las familias son como las muchedumbres en la plaza del mercado.

Amigos, no riñamos ni porfiemos.



6

La riqueza y la pobreza, como actos de magia, nos seducen y engañan.

Amigos, no permitamos que el nudo de la avaricia nos amarre.



7

Estos cuerpos son sacos repletos de inmundicias.

Amigos, no los consintamos y adornemos demasiado.



8

Los parientes y aliados son meros espejismos.

Amigos, ¡que no nos aprisionen los afectos!



9

La patria es como las praderas de los nómadas.

Amigos, no nos aferremos sentimentalmente a ella.



10

Todos los seres han sido nuestros padres y madres.

Amigos, no les endilguemos conceptos de ‘lo mío’ y ‘lo ajeno’.



11

El día en que nacimos, la muerte comenzó a acecharnos.

Amigos, recordemos que el tiempo apremia.



12

Fundamentalmente no hay ignorancia; es una apariencia fugitiva.

Amigos, observemos la naturaleza de todo lo que engendra la ilusión.



13

Apliquémonos sin distracción al Dharma sagrado.

Amigos, tras la muerte, permitamos que nos conduzca por el buen sendero.



14

La verdad de la causa y el efecto garantiza que los actos tendrán sus consecuencias.

Amigos, evitemos las causas negativas.



15

Repudiemos el trajín ordinario como quien abandona una quimera.

Amigos, practiquemos la paz.



16

Las causas del apego, sean las que fueren, hay que soltarlas.

Amigos, nada es indispensable.



17

No permaneceremos aquí para siempre.

Amigos, preparemos la partida en este instante.



18

Si queremos atar todos los cabos sueltos, nunca practicaremos el Dharma.

Amigos, ahora que lo pensamos, practiquemos.



19

En el bosque, los monos viven contentos y a sus anchas.

Amigos, las llamas de un incendio voraz arden por todos lados.



20

El nacimiento, la enfermedad, la vejez, y la muerte

fluyen como un torrente sin cruces y sin puentes.

Amigos, ¿tenemos listo el barco?



21

En el despeñadero estrecho de la vida, la muerte, y el estado intermedio[4]

aguardan los bandidos[5] y conspiran.

Amigos, el Buda es nuestro escolta.



22

El Buda es el refugio que nunca decepciona.

Amigos, llevémosle constantemente sobre la coronilla.



23

Bajo la protección del Buda, alcanzaremos nuestras aspiraciones.

Amigos, la devoción es el peaje en el noble sendero.



24

Si celamos nuestros bienes, caeremos en la mezquindad.

Amigos, seamos generosos sin prejuicios.



25

Si ejercemos el mando, causaremos daños.

Amigos, abandonemos el ansia de poder y posición.

26

Si obtenemos rango y riquezas, no disfrutaremos tranquilos.

Amigos, preparémonos a rasgarnos las vestiduras.



27

En el mundo por venir no hay ni parientes ni aliados.

Amigos, depositemos nuestra confianza en el Dharma.



28

Si nos distraemos, desperdiciaremos las libertades[6] y ventajas[7] de esta vida.

Amigos, tomemos una decisión firme ahora.

29

Distraídos con el trajín diario, la muerte nos alcanza.

Amigos, practiquemos desde este mismo instante.



30

¿Cuándo aparecerá la muerte? No hay modo de saberlo.

Amigos, estemos siempre alertas.



31

A la hora de morir, nadie podrá salvarnos.

Amigos, sólo podremos confiar en nosotros mismos.



32

Si reflexionamos sobre la muerte, nada más hace falta.

Amigos, recordemos la muerte.



33

Como sombra que crece a la puesta del sol, se acerca la muerte, implacable.

Amigos, ¡rápidamente, escapemos!



34

La flor de la mañana se marchita en la tarde.

Amigos, no confiemos en el cuerpo.



35

Aunque bellos en vida como dioses, una vez cadáveres seremos repugnantes.

Amigos, nos engañan estos cuerpos inciertos.



36

Terminadas las compras, se marchan los clientes.

Amigos, los parientes y aliados nos abandonarán seguramente.



37

Estos espantapájaros delusorios terminarán en el suelo.

Amigos, actuemos con conciencia de las causas y los efectos.



38

Sin dudas, el buitre de la mente volará lejos un día.

Amigos, es éste el momento de elevarnos.

39

Los seres sensibles de los seis reinos[8] nos han cuidado como padres y madres.

Amigos, cultivemos amor y compasión por todos.



40

El odio por los enemigos en una ofuscación, generada en nosotros.

Amigos, transformemos la hostilidad de la mente.



41

Las postraciones y circunvalaciones purifican los obstáculos del cuerpo.

Amigos, abandonemos los esfuerzos corporales inútiles.



42

La recitación[9] y el Refugio[10] purifican los obstáculos del habla.

Amigos, abandonemos las conversaciones ociosas.



43

La devoción ferviente purifica los obstáculos de la mente.

Amigos, recordemos al Buda sobre la coronilla.



44

Carne y hueso están juntos, pero pronto se apartan.

Amigos, no creamos que viviremos por siempre.



45

Alcancemos la Tierra[11] sublime, el estado constante y natural.

Amigos, allí no hay vicisitud ni incertidumbre.



46

Disfrutemos la riqueza sublime, la naturaleza de la mente.

Amigos, el tesoro brillante no se agota.



47

Saboreemos el alimento sublime, el gusto exquisito de la meditación.

Amigos, este sabor acaba con el hambre.



48

Bebamos el trago sublime, el néctar de la atención plena.

Amigos, esta ambrosía no cesa de fluir.



49

Confiemos en la consorte sublime, la sabiduría primordial.

Amigos, esta compañera nunca nos abandona.



50

Deseemos la progenie sublime, la atención nueva y pura.

Amigos, esta criatura no tiene nacimiento ni muerte.



51

En la pureza luminosa, revolvamos la lanza de la atención plena.

Amigos, la visión no se atasca.



52

Sin pensamientos ni distracciones, desechemos al observador.

Amigos, así la meditación se libra del aturdimiento y la excitación.



53

En la espontaneidad natural, permanecemos libres de vacilaciones.

Amigos, en la acción sin referente no hay nada que dejar o adoptar.



54

Las cuatro formas[12] indivisibles ya están completas.

Amigos, el fruto se alcanza más allá de la esperanza y la duda.



55

La raíz del samsara y el nirvana está en la mente.

Amigos, la mente no está sujeta a una sola visión.



56

El apego y la aversión aparecen como pájaros en vuelo, y no dejan rastro.

Amigos, en la meditación no nos aferremos a las experiencias.



57

La forma absoluta no tiene nacimiento y es como el corazón del sol.

Amigos, su claridad radiante ni crece ni mengua.



58

Los pensamientos vienen y van como un ladrón en una casa desierta.

Amigos, en realidad no hay nada que perder o ganar.



59

Las sensaciones no dejan huellas, como un dibujo en el agua.

Amigos, no perpetuemos las apariencias ilusorias.



60

Los pensamientos de apego y aversión son como un arcoíris en el cielo.

Amigos, no hay nada en ellos que se pueda atrapar.



61

Los movimientos mentales se disuelven por sí solos, como nubes en el cielo.

Amigos, en la mente no hay puntos de referencia.



62

Sin fijación, los pensamientos se autoliberan, como el viento.

Amigos, el aire no se adhiere a cosa alguna.



63

El conocimiento puro no tiene puntos fijos, como un arcoíris.

Amigos, las experiencias surgen sin impedimento.



64

El conocimiento de la naturaleza absoluta es como el sueño de un mudo.

Amigos, no hay palabras que lo expresen.

65

La iluminación es como el placer de los jóvenes.

Amigos, la alegría y la dicha no pueden describirse.



66

La claridad y la pureza unidas son como el reflejo de la luna en el agua.

Amigos, no hay nada a qué apegarse y nada que lo obstruya.



67

Las apariencias y la pureza inseparables son como el cielo limpio.

Amigos, la mente no tiene centro ni periferia.



68

La mente sin pensamientos ni distracciones es como el espejo de una joven bella.

Amigos, no refleja doctrinas filosóficas.



69

La atención plena y la pureza inseparables son como el reflejo en un espejo.

Amigos, nada surge y nada cesa.



70

La dicha y la pureza inseparables son como el sol iluminando las nieves.

Amigos, no hay nada que aprehender.



71

Las palabras engañosas se desvanecen sin dejar trazas, como los ecos.

Amigos, en el sonido no hay nada que aprehender.



72

Amigos, la felicidad y el sufrimiento,

mediante un mecanismo semejante al del laúd y sus cuerdas,

se producen cuando los actos se combinan con las condiciones precisas.



73

La libertad natural del samsara y el nirvana es como un juego de niños.

Amigos, cultivemos una mente sin designios.

74

Las nociones del mundo exterior derivan de la mente interior.

Amigos, permitamos que el hielo se disuelva.



75

El mecanismo de la ignorancia es como un manantial en la pradera.

Amigos, no se puede detener con la mano.



76

Las ilusiones del samsara y el nirvana son como enfrentarse a un enemigo.

Amigos, la práctica de la virtud es nuestro aliado.



77

La claridad natural de las cinco formas perfectas[13] es como un continente dorado.

Amigos, no hay esperanza, duda, apego, o aversión.

78

Con sus libertades y ventajas, la vida humana es como una isla del tesoro.

Amigos, no regresemos con las manos vacías.



79

La práctica del Gran Vehículo es como la joya de los deseos.

Amigos, por más que lo intentemos, será difícil hallarla nuevamente.



80

En esta vida, pase lo que pase, tendremos lo suficiente para comer y vestir.

Amigos, dediquemos todo a la práctica del Dharma.



81

Mientras seamos jóvenes, practiquemos con ahínco.

Amigos, una vez viejos, el cuerpo no lo aguanta.



82

Al surgir las emociones, apliquemos los antídotos.

Amigos, liberemos los conceptos en su naturaleza.

83

Recordemos con frecuencia los defectos del samsara.

Amigos, así la fe se aclara.



84

Ahora mismo, desarrollemos la dedicación y plantémonos firmes.

Amigos, al morir nos conducirá en el sendero.



85

Si no alcanzamos la libertad ahora, ¿cuándo seremos libres?

Amigos, esta oportunidad se da una vez en mil.



86

La vida es efímera, como el rocío sobre la hierba.

Amigos, no nos rindamos a la indolencia y la indiferencia.



87

Amigos, en este lugar, de perder el equilibrio,

será muy difícil recobrar la vida humana.



88

Las enseñanzas del Buda son como el sol que brilla a través de las nubes.

Amigos, ahora es el único momento presente.



89

Ofrecemos consejos sabios a los demás, pero no los aceptamos.

Amigos, las faltas propias son las que debemos revelar.



90

La fe sucumbe ante las circunstancias fácilmente.

Amigos, contemplemos las imperfecciones del samsara.



91

Las malas compañías malogran la conducta.

Amigos, abandonemos las influencias malsanas.

92

Las buenas compañías mejoran la conducta.

Amigos, honremos a nuestros maestros espirituales.



93

La equivocación y la falsedad no engañan sólo a los demás, sino a nosotros mismos.

Amigos, la integridad es el testigo confiable.



94

La ilusión que surge de la ignorancia es el mayor desastre.

Amigos, cuidemos la vigilancia y la atención plena.



95

Si no nos aferramos a los tres venenos, el sendero es llano.

Amigos, generemos poderosos antídotos.



96

Si nuestra perseverancia es débil, no alcanzaremos la iluminación.

Amigos, asegurémonos de llevar esa armadura.



97

Las tendencias habituales, nuestras viejas costumbres, regresan insistentemente.

Amigos, no seamos prisioneros del pasado.



98

Si nuestra comprensión y realización son débiles, invoquemos a nuestro Maestro.

Amigos, la meditación profunda nacerá en nosotros.



99

Si aspiramos a ser felices en el futuro, aceptemos las dificultades presentes.

Amigos, entonces la iluminación nos acompaña.



100

Este viejo maestro no permanecerá entre ustedes. Debo partir.

Amigos, este es el momento de esclarecer las dudas.



He practicado el Dharma sin distracción.

Amigos, asuman este ejemplo.

[1] El texto original consiste de una serie de consejos a los habitantes de la localidad de Tingri, en el Tíbet. Hemos sustituido el refrán “gente de Tingri” por “amigos”. Si bien la traducción es fiel a las enseñanzas fundamentales, hemos optado por usar terminología más accesible al lector contemporáneo.

[2] El Buda, el Dharma, y la Sangha —el Maestro, la enseñanza, y la comunidad de practicantes aventajados.

[3] El placer y el dolor, la ganancia y la pérdida, la alabanza y el descrédito, la fama y la oscuridad.

[4] El bardo: el intervalo entre la muerte y el renacimiento.

[5] Las emociones afligidas: el apego, la aversión, y la indiferencia.

[6] No haber nacido en los estados infernal, fantasmal, animal, semi-divino, divino, bárbaro, periférico, o impedido.

[7] El nacimiento humano, en un lugar céntrico, con todas las facultades, sin conflictos importantes, y con fe en el Dharma; un Buda ha aparecido y ha predicado el Dharma, sus enseñanzas perduran y se practican, y hay apoyos.

[8] Los seis reinos infernal, fantasmal, animal, humano, semi-divino, y divino.

[9] Sutras, tantras, comentarios, instrucciones, oraciones, y mantras

[10] La fórmula del Refugio: namó guravé, namó budhaya, namó dharmaya, namó sanghaya

[11] La Tierra Pura de Devachén, y la naturaleza pura y luminosa de la mente

[12] Dharmakaya (forma de la realidad), sambhogakaya (forma de la dicha), svabhavikakaya (forma esencial), y vairakaya (forma imperecedera).

[13] Dharmakaya (forma de la realidad), sambhogakaya (forma de la dicha), nirmanakaya (forma emanada), svabhavikakaya (forma esencial), y vairakaya (forma indestructible).


http://granviacentral.wordpress.com/?tag=padampa-sangye

13 nov 2013

¡Vivo un infierno!

En ocasiones, sentimos que la vida se torna insoportable, y concluimos que estamos en el infierno. Ya que el infierno es un estado mental, es posible visitarlo. Sin embargo, decidida y afortunadamente no vivimos en el infierno todo el tiempo. Habitamos el plano humano, y poseemos una preciosa vida humana. Si recordamos esta preciosa oportunidad, podemos utilizar estas visitas ocasionales al infierno para motivarnos en la práctica.

El progreso en la vida espiritual puede parecer lento, pero es también acumulativo. Un buen día, nos hallamos en un nuevo y diferente nivel de desarrollo. Es así nuestra experiencia con la meditación —al comenzar la práctica, puede parecernos que la mente está más agitada que de costumbre, y podemos pensar que la meditación es la causa del aumento en la agitación. En realidad, la agitación disminuye paulatinamente con la práctica.

Mi Maestro solía decir: "El sendero es gradual; la iluminación es súbita". Metódicamente acercamos la lámpara, el aceite, la mecha, y el fuego, y sólo entonces podemos hacer luz. Cuando lo hacemos, esa luz irradia inmediatamente, sin impedimentos.

(Desde otra perspectiva, la iluminación también es gradual. No es un sólo instante de claridad y levedad, sino una serie de momentos iluminados.)

En todo caso, esas visitas al infierno no son negativas ni excepcionales en el sendero. Los practicantes cristianos se refieren a ellas como “la noche oscura del alma”, y los budistas en ocasiones vemos con claridad —y lloramos amargamente por— el sufrimiento de todos los seres.

Es necesario reconocer la oscuridad como oscuridad antes de poder reconocer la luz como luz.

http://granviacentral.wordpress.com/author/greatmiddleway/

27 sept 2013

En la edad postrera del Dharma:



El Buda Sakyamuni predicó durante 45 años en este mundo. En ese tiempo, le formularon las mismas preguntas repetidamente, y él las contestó pacientemente, según la capacidad, la madurez, y la disposición de sus interlocutores.

En el sentido convencional, no hay nada nuevo, y por lo tanto no es posible satisfacer el ansia de novedad.
En el sentido absoluto, cada momento es nuevo e irrepetible. Hemos escuchado el Dharma muchas veces, y hemos comprendido algo.
Pero es sólo con la voluntad de exponernos repetidamente a las enseñanzas que seremos capaces de profundizar nuestra comprensión y manifestarla en nuestras vidas.

Debemos aprender a compartir el Dharma en lugares diferentes, con personas varias, y sólo lo lograremos mediante la repetición.
La cultivación del Dharma —como todas las cosas— no es únicamente para nuestro beneficio, sino para el bien universal.

Cuando leo los escritos de Kunchen Dolpopa, agradezco su voluntad incansable de compartir conmigo, en formas diferentes, en varios textos y oraciones, su sabiduría. Agradezco su paciencia al compartir la misma lección fundamental en cientos de maneras diversas, con la intención de ayudarme a comprender el significado definitivo del Dharma. Bien sea en forma concisa en El prontuario del Dharma, más extensamente en El cuarto concilio, o exhaustivamente en La montaña del Dharma, el Maestro Dolpopa comparte conmigo la misma enseñanza fundamental: la realidad suprema de la pureza, la existencia, la dicha, y la permanencia verdaderas de la naturaleza perfecta.
Me ofrece miles de analogías y argumentos lógicos para que pueda yo comprender cabalmente esa verdad única e imprescindible: mi propia naturaleza búdica.

Yo también necesito aprender a facilitar la comprensión del Dharma de forma simple, accesible, y urgente, en este lugar, este momento, y en estas circunstancias.
Ya que mi vida se hace más corta con el paso del tiempo, debo concentrarme en comunicar lo esencial: generar certeza, votos, y práctica para acceder a la Tierra Pura —aquí y ahora de ser posible, o al menos tras la muerte.

Para todos, igual que para mí, es ésto lo único posible y necesario en la era de las cinco corrupciones, la edad postrera del Dharma.
¿Quién puede sobreponerse a las cinco corrupciones durante una vida tan corta y agitada? ¿Quién puede dedicar el tiempo y generar el esfuerzo sostenido para vivir en conformidad con la plenitud del Dharma?

No es éste el momento para doctrinas complejas y los métodos arduos, si no para el mensaje puro y sencillo de la promesa del Buda Amideva.

om amideva hrih

Tashi Nyima



“Sariputra, si los hombres y mujeres piadosos escuchan estas enseñanzas sobre Amideva y recitan asiduamente el Santo Nombre por espacio de un día, dos días, tres, cuatro, cinco, seis, o siete días, o más, entonces, al final de sus vidas, Amideva aparecerá ante sus ojos con su séquito de Bodisatvas y santos discípulos de la Tierra de la Felicidad Suprema.
Por eso, en sus momentos postreros estarán libres de ansiedad, y Amideva les dará la bienvenida y les conducirá inmediatamente a renacer en la Tierra de la Felicidad Suprema.

-Buda Sakyamuni - Sutra de Amideva -

OM AMIDEVA HRIH
NAMU AMIDA BUTSU
NAMO AMITUO FO

31 ago 2013

cultivando los Cuatro Pensamientos Ilimitados



Cultiva los cuatro pensamientos de ecuanimidad, amor, compasión, y regocijo mediante una progresión a través de cuatro niveles de compromiso:

considera cuán maravilloso sería que todos los seres sin excepción (ecuanimidad) fuesen felices (amor) y libres de todo sufrimiento (compasión), y gozasen ininterrumpidamente de los frutos de su mérito acumulado (regocijo);

genera la intención tenaz de que todos los seres sean felices y libres de sufrimiento, y gocen de los frutos de su mérito;

asume la responsabilidad personal de ayudar a todos los seres a ser felices y libres de sufrimiento, y gozar de los frutos de su mérito; y

recaba las bendiciones de los Budas y Bodhisatvas para que te asistan en tu empeño de ayudar a todos los seres a ser felices y libres de sufrimiento, y gozar de los frutos de su mérito.

fuente:  www.granviacentral.wordpress.com

22 ago 2013

la moral verdadera ...


La moral contraria al Dharma se manifiesta como un sentido de superioridad sobre quienes no la observan, competencia con quienes la guardan más puramente que nosotros, y el deseo de obtener ventajas y ganancias como consecuencia de nuestra conducta 'admirable'.

La moral de acuerdo al Dharma no juzga, no compite, ni pretende el provecho propio. Por el contrario, la moral verdadera conforta y motiva a los demás, y busca su beneficio.