Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

26 nov 2010



La filosofía de la Mente-sola (vijnaptimatra) de "yogachara" es resumida por Hsuang Chuang en su traducción-composición del "Chen Wei Shih Lung":
"En el samsara o en el nirvana no se encuentran dharmas (ser, existencia, sujeto, principio) aparte de la conciencia. Algunos dharmas pueden ser atribuidos a las formas de la conciencia, otros son réplicas y objetos transformados por la conciencia; otros corresponden a las divisiones, reinos y esencia de la conciencia"
Hsuan Chuang (596-664)


La delcaración zen de que Buda es un bastón de estiércol seco no es ni sacrílega ni sorprendente, pues saben que en el Sutra Prajñaparamita se dice claramente:
"La naturaleza vacía de todos los dharmas no surge y no se extingue, no es pura ni impura, no crece y no decrece..."


Un día, en medio de la meditación, la palabra "faltar" se presentó en mi mente, y de repente sentí que mi cuerpo y mi mente se abrían de par en par desde la médula de mis huesos, en forma completa. El sentimiento fue como si una antigua montaña de arena se disolviera de reprente bajo el sol ardiente, surgido después de muchos días oscuros y cubiertos. No pude evitarlo y me eché a reír a carcajadas. Salté de mi asiento, agarré el brazo del maestro Meng Shan y le dije:
"Dime, dime,: ¿qué me hace falta, qué me hace falta?".
El maestro me abofeteó tres veces y yo me posterné tres veces ante él. Él dijo: "Oh, Tieh Shan, has tardado muchos añs en llegar a este punto".
(cuento tomado de Chu Hung (1535-1616) Exhortación al Progreso Zen)

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