Para aspirar a una vida feliz, es muy importante emplear a la vez medios internos y externos, en otros términos, asociar el desarrollo material y el desarrollo espiritual.

El papel de la inteligencia es determinar las posibilidades positivas y negativas de un acontecimiento, así como sus resultados.

La inteligencia, nutrida por la plena conciencia surgida de la educación, debe permitirnos llevar a cabo un juicio y en consecuencia utilizar ese potencial con vistas a asegurar el bienestar del individuo.
 
 
 

Lo que genera resultados positivos tiene también la capacidad de engendrar consecuencias negativas.

Lo más importante es utilizar la inteligencia humana y el juicio, y al mismo tiempo seguir muy atento a las ventajas de la felicidad, tanto a corto como a largo plazo.

Dalai Lama