Los hombres vienen y van, trotan y danzan, y de la muerte
ni una palabra. Todo muy bien. Sin embargo, cuando llega
la muerte, a ellos, a sus esposas, sus hijos, sus amigos, y los
sorprende desprevenidos, ¡qué tormentas de pasión no los
abruman entonces, qué llantos, qué furor, qué desesperación!
Para empezar a privar a la muerte de su mayor ventaja
sobre nosotros, adoptemos una actitud del todo opuesta a la
común; privemos a la muerte de su extrañeza, frecuentémosla,
acostumbrémonos a ella; no tengamos nada más presente en
nuestros pensamientos que la muerte [...] No sabemos dónde
nos espera la muerte: así pues, esperémosla en todas partes.
Practicar la muerte es practicar la libertad. EL hombre que ha
aprendido a morir ha desaprendido a ser esclavo.
MONTAIGNE’
Cuando nos relacionamos conceptualmente con algo, podemos observar un mismo fenómeno desde muchos ángulos diferentes, y que esta capacidad es bastante selectiva; podemos enfocar la atención en un aspecto de ese fenómeno y adoptar una perspectiva determinada. Esta facultad es muy importante cuando queremos identificar y eliminar ciertos aspectos negativos en nosotros o intensificar los rasgos positivos: con ella podemos aislar las partes que trtamos de eliminar o contra las que queremos luchar.
»Pero entonces, surge una cuestión muy importante: aunque podemos enfrentarnos a la cólera, el odio y los demás estados negativos de la mente, ¿qué garantía tenemos de que es posible vencerlos?
»Al hablar de estos estados negativos de la mente, debería señalar que me refiero a lo que nosotros llamamos Nyon Mong en tibetano, o Klesha en sánscrito. Este término significa literalmente "aquello que aflige desde dentro". A menudo se traduce como "ilusiones". La etimología de la palabra tibetana Nyon Mong nos indica que se trata de algo emocional y cognitivo que aflige a nuestra mente, destruye nuestra paz mental o nos produce una perturbación psíquica. Si observamos atentamente, será fácil reconocer la naturaleza de estas "ilusiones" por su tendencia a destruir nuestra calma. Pero en cambio es mucho más difícil descubrir si podemos superarlas. Esto se relaciona directamente con la posibilidad de activar todo nuestro potencial espiritual, que es un tema muy serio y de arduo tratamiento.
»Así pues, ¿qué argumentos tenemos para creer que estas emociones destructivas o "ilusiones" pueden ser eliminadas de nuestra mente? En el pensamiento budista, tenemos tres premisas sobre ello.
»La primera afirma que todos los estados "ilusorios" de la mente, todas las emociones y pensamientos destructivo s son distorsiones, porque se apoyan en percepciones erróneas de la realidad. Por muy poderosas que sean, esas emociones carecen de fundamento válido.
Se basan en la ignorancia. Por otro lado, todas las emociones o estados positivos de la mente, como el amor y la compasión, tienen una base muy sólida. Cuando la mente experimenta estos estados positivos, no hay distorsión, ya que están fundados en la realidad, pueden ser verificados por nuestra experiencia. Pero no ocurre lo mismo en el caso de las emociones destructivas, como la cólera y el odio. Además, los estados positivos pueden ser potenciados continuamente, siempre y cuando realicemos prácticas regulares.(Dalai Lama)
Que podamos superar todos nuestros estados mentales erróneos y vivir en la dicha plena que nos regala el estado amoroso de la compasión ...
un abrazo en el dhamma ..........................
irene
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