Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

8 abr 2011

En un avión, iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el timbre para llamar a la azafata
-¿Cuál es el problema, Sra.? - Pregunta la azafata
-¿Es que no lo ve? - Responde la dama
- Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de uno de estos seres repugnantes. ¿¿¡¡No tiene otro asiento!!??
-Por favor, cálmese... -dice la azafata- Casi todos los asientos están ocupados. Pero, voy a ver si hay un lugar disponible.
La azafata se aleja y vuelve de nuevo algunos minutos más tarde:
-Sra., como yo pensaba, ya no hay ningún lugar libre en la clase económica. Hablé con el comandante y me confirmó que no hay más sitios disponibles en la clase económica. No obstante, tenemos aún un lugar en primera clase.
Antes de que la dama pudiera hacer el menor comentario, la azafata sigue:
-Es del todo inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero, dadas las circunstancias, el comandante encuentra que sería escandaloso obligar a alguien a sentarse junto a una persona tan repugnante.
Todos los pasajeros alrededor, observaban la escena, indignados.
Entonces, la azafata, dirigiéndose al indígena, le dice:
-Si el Sr. lo desea, tome su equipaje de mano, ya que un asiento en primera clase le espera.

1 comentario:

  1. Consideremos que todos los seres sensibles son idénticos, porque quieren la felicidad y rechazan el sufrimiento, y se ven privados de felicidad.
    Desde lo más profundo de nuestro corazón, consagremos a ellos todas nuestras cualidades positivas, las físicas, mentales y verbales, nuestra riqueza y todo lo que poseemos, deseando que encuentren la felicidad y todo aquello que necesitan.
    [El Pequeño Libro de Sabiduría del Dalai Lama]

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