Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

24 abr 2011

Había una vez un mago que construyó una casa cerca de un pueblo grande y próspero. Un día invitó a toda la gente del pueblo a cenar en su casa.


-Antes de cenar –dijo-, tenemos algunos entretenimientos.

La idea agradó a todos y el mago hizo un show de primera clase, donde sacaba conejos de chisteras, banderas que aparecían en el aire y cosas que se convertían unas en otras. La gente estaba fascinada. El mago preguntó:

-¿Quieren cenar ahora, o quieren más entretenimiento?.

Todos pidieron más trucos, pues nunca habían visto algo así. Así el mago se convirtió en una paloma, después en un halcón y después en un dragón. La gente enloquecía de excitación. Les preguntó nuevamente y pidieron más, y más recibieron. Entonces les preguntó si querían comer, y dijeron que sí. El mago entonces les hizo sentir que estaban comiendo distrayéndoles con cantidad de trucos a través de sus poderes. La cena imaginaria y los trucos continuaron toda la noche. Cuando estaba amaneciendo, algunos dijeron:

-Debemos ir a trabajar.

Entonces, hizo que imaginaran que iban a sus casa y se preparaban para ir a trabajar y realmente hacían sus actividades habituales. Y de este modo, siempre que alguien decía que tenía que hacer algo, el mago le hacía pensar que lo hacía y después regresaba a la cena del mago.

Con el tiempo, el mago había tejido tal encantamiento sobre la gente del pueblo que todos trabajaban para él mientras creían que continuaban con sus vidas de siempre. Cuando se sentían inquietos, él les hacía pensar que estaban nuevamente cenando en su casa; y esto les daba placer y les hacía olvidar.

¿Y qué sucedió con el mago y la gente del pueblo? Esto no se puede decir; es algo de lo que no se puede hablar, porque él sigue ocupado en lo mismo, y casi toda la gente está aún bajo su hechizo.

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