Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

26 abr 2011

La contemplación del rostro original


Sentado en silencio, percibe lo que está sentado ahí.
Explora el cuerpo en el que te sientas.
Observa el fascinante campo de sensaciones que llamamos "cuerpo".
Date cuenta de la insuficiencia de las palabras para describir lo que sientes.
Esa sensación de simplemente ser, reverberando por todo el cuerpo.
Sumérgete en esa sensación hasta la sutil vivencia mediante la cual la sensación es conocida. Percibe la sensación dentro de la sensación.
Asiéntate en esa sensación de ser, en esa vitalidad que vibra en cada célula.
Descansa en el ser.
Siéntate en silencio y date cuenta. Deja que la consciencia se sumerja en sí misma.
Date cuenta de que te das cuenta.
Experimenta directamente esa sensación mediante la cual imaginas que existes.
Adéntrate en ella incondicionalmente. Asiéntate en el centro de esa reverberación.
¿Tiene un origen? ¿Tiene un final?
¿Hay solamente una sensación de ser, eterna, no nacida e imperecedera?
No preguntes a la mente que siempre se autolimita con definiciones.
Pregúntale al corazón que no sabe de nombres, pero que mora siempre en ella.
Descansa en el ser.
Stephen Levine

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