un maestro le dijo a su discípulo, que le preguntaba acerca de su práctica:
¿puedes escuchar el aleteo de las mariposas?
no maestro
entonces debes estar más atento y seguir con tus prácticas...
En cierta ocasión un rey envió a su hijo, el príncipe heredero, a estudiar con un maestro para que le enseñara las bases y principios para ser un buen gobernante. Cuando el príncipe encontró al maestro éste le dijo que se fuera y permaneciera solo en el bosque durante un año, después debía regresar para describir los sonidos del bosque. Cuando el príncipe regresó, el maestro le dijo que describiera lo que él había escuchado: .... "maestro", replicó el príncipe, "yo pude escuchar el canto de los búhos, el susurro de las hojas, el vuelo de los insectos, el canto de los grillos, el toque de la hierba, el zumbido de las abejas y el murmullo del viento". Cuando el príncipe terminó su relato el maestro le dijo que debía regresar al bosque para escuchar sonidos diferentes a los que había escuchado.
típico cañaveral de la zona .. éste lo sembré para guarecer la casita de los vientos del sur .. Nada mejor que ser como él ... ser una caña cuando los vientos de la vida azoten sin piedad ... |
"Estos deben ser los sonidos que el maestro quiere que yo escuche", reflexionó; cuando el príncipe regresó el maestro le preguntó qué otros sonidos había escuchado.
"Maestro", respondió el príncipe de manera respetuosa, "cuando silencié más mi mente, escuché lo que no había podido escuchar: el sonido de las flores cuando abren, el sonido del sol cuando calienta la tierra y el sonido de la hierba cuando recibe el rocío de la mañana"; entonces el maestro asintió con la cabeza.
"Escuchar lo no escuchado", expresó el maestro, "es una habilidad necesaria para ser un buen gobernante, porque sólo cuando el gobernante aprende a escuchar con atención los sentimientos no comunicados, los deseos y demandas no expresadas de las personas, puede inspirar confianza.
El ocaso de un gobernante comienza cuando solo escucha palabras superficiales y no penetra en la profundidad del alma de las personas, con el fin de escuchar sus verdaderos sentimientos y deseos.
Una bonita historia que nos lleva a reflexionar sobre la propia capacidad de auto control, es decir la habilidad para gobernar las facultades sutiles, es decir las facultades del alma (mente, intelecto y rasgos de personalidad), o por lo menos de los órganos físicos (ojos, oídos, boca). Porque el auto control es lo único que me permite superar los diferentes retos que tengo que enfrentar en la cotidianidad, capacidad que no se logra con el simple deseo, para ello es necesaria la práctica durante un buen periodo de tiempo, tal como lo hizo el príncipe. Para ello además del deseo y la determinación, se necesita de una herramienta como la meditación raja yoga, la cual al practicarla nos devuelve la capacidad para auto controlarnos.
(1) Tomado de la historia El Sonido del Bosque
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