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Cuando la mente de uno está en un estado de apego, renuncia a los demás y piensa sólo en uno mismo, sólo trabajando para la felicidad de uno. Esto no es hablar de trabajar para vidas futuras, trabajar sólo para esta vida. Entonces lo que esa persona hace en esta vida: ira, palabras hirientes, falta de respeto, se expresan físicamente con el cuerpo. Lo que el ego quiere es respeto (como palabras buenas, amor, lo que quiere la mente de uno), pero lo que uno recibe es lo opuesto al ego y al apego. Entonces surge la ira en tu mente, ese estado que depende de cómo lo rotules. Si lo rotulas como eso es malo, eso me hiere. Realmente tu mente positiva, la compasión, no piensan “me hiere”. Lo que la persona hace me hiere. Si practicas la paciencia pensando: esta persona me está enseñando paciencia, entonces
gradualmente no hay ira. Sólo el estado de felicidad, así que con este estado no hay ira. Así que viene mucha paz y felicidad. Porque nunca te enojas, le das paz a tu familia y a numerosos seres vivos. El modo de hacerlo es por medio del entrenamiento de la paciencia, dependiendo de esta persona. Esta persona es tan amable. Especialmente cuando la mente
aprecia la paciencia. Desde el punto de vista de la paciencia, esta persona sólo es amable.
(Rinpoche)
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