Le dijo. Esta es tu mente y este otro es la mia. Y comenzó a vaciar su vaso en el del muchacho, derramando el agua, por supuesto. El joven le dijo, para, detente que la derramas.
Exacto, le dijo Bruce, primero debes vaciar tu mente, le dijo vaciando el vaso del muchacho, y de esta manera tienes tu mente receptiva para recibir lo que yo te transmito, y llenó el vaso del muchacho con el agua de su propio vaso.
Así lo explica shangarákshita
Cuando logramos la comprensión de una doctrina que no conocíamos, es fácil pensar que la podemos añadir a nuestro almacén de conocimientos, como si añadiéramos guijarros a un montón de guijarros, pero de hecho eso es imposible. Cada vez que encontramos una enseñanza nueva, debemos considerar de nuevo todo lo que ya sabíamos bajo el punto de vista de nuestra nueva comprensión. Cada visión clara de la verdad que tengamos modifica, como mínimo de forma sutil, todas las visiones claras previas.
Es muy difícil ser verdaderamente receptivo. Incluso cuando oímos algo crucial, desde el punto de vista espiritual, es muy posible que no lo comprendamos realmente. Es probable que lo recibamos a nivel intelectual, que juguemos con la idea pero sin permitir que descienda a las profundidades de nuestro ser. Los prejuicios y las emociones negativas lo detienen a mitad de camino.
cuando los amigos cuentan cuentos .. éste es de Rafael Medrano ..
la blanca luna marea los mares todos
ResponderEliminarolas de albor salpican el horizonte bajo
allí en el mar inmenso
me hundo en las olas y vuelvo a besarte
En el mar hay mucho viento
sus olas y espuma salpican mis sueños
dormido sus aguas aun me mojan
las olas me arrullan con brío
En silencio en la floresta meridional
frente a su estanque de lotos, escribe Irene Rettig
en el estanque reflejan sus haikus
los rayos de luna iluminan sus bellas palabras
Ella escucha los silencios nocturnos
y entonces plasma lo que sabiamente le dicen
hundámonos en mares de fervientes olas
y entonces bebamos de ese vino, claro.
haikus
ResponderEliminarno se marchita
loto de lagos bellos
agota su sed
renace en ti
mar ávido de ríos
de lotos nuevos
claro! nunca vacie mi vaso...gracias hermoso cuento
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