Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

2 may 2011

el libro tibetano de la muerte ...


El nacimiento de un hombre es el nacimiento de su pena. Cuanto
más vive, más estúpido se vuelve, porque su ansia por evitar la
muerte inevitable se hace cada vez más agudo.. ¡Qué amargura!
¡Vive por lo que está siempre fuera de su alcance! Su sed de
sobrevivir en el futuro le impide vivir en el presente.
Chuang Tzu


y   ....

Milarepa cantaba:
Cuando estás vigoroso y sano
no piensas en la llegada de la enfermedad
pero ésta cae con fuerza repentina
como la descarga de un rayo.

Cuando estás absorto en cosas mundanas
no piensas en la venida de la muerte;
rápida llega como un relámpago
que estalla sobre tu cabezal.

El cuerpo tendido sobre su último lecho
las voces que susurran las últimas palabras,

la mente que ve pasar su último recuerdo:
¿ Cuándo te llegará este momento?
(meditación tibetana en la muerte)


Un hombre le dijo a Kenneth Ring

Me di cuenta de que todos somos enviados a la Tierra para descubrir y aprender ciertas cosas. Por ejemplo, a compartir más amor, a tratarnos con más amor los unos a los otros. A descubrir que lo más importante son las relaciones humanas y el amor, y no las cosas materiales. Y a darnos cuenta de que hasta la última cosa que uno hace en su vida queda registrada, y que, aunque uno no piense en ella y la deje de lado, siempre
acaba surgiendo más tarde.

Buda dijo:
Esta existencia nuestra es tan pasajera como las nubes de otoño.
Observar el nacimiento y la muerte de los seres
es como contemplar los movimientos de un baile
La vida entera es como un relámpago en el cielo;
se precipita a su fin como un torrente
por una empinada montaña.


De todas las huellas de pisadas,
la del elefante es suprema;
de todas las meditaciones sobre la presencia mental,
la de la muerte es suprema.


Lo que ha nacido morirá,
lo que se ha recogido se dispersará,
lo que se ha acumulado se agotará,
lo que se ha construido se derrumbará
y lo que ha estado en alto descenderá.
con el maestro no existe la distancia

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