Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

27 may 2011

Tang Yin Painting (1470-1523)


El Maestro dice:
El abismo es la morada del Tao;
  
 Limpísima es su pureza.

Sin Él ni los metales ni las piedras musicales tendrían su sonoridad.

Aunque la tienen, no suenan si no son golpeadas.
¿Cuál de los dies mil seres puede fijarlo?

El hombre de virtud regia procede con sencillez y se avergüenza
de ser muy entendido en los negocios.
Se ha fundado en su origen.

Su inteligencia comunica con el Espíritu,
de ahí le viene la grandeza de su virtud.
Su corazón no actúa sino es requerido por las cosas.


 Porque el cuerpo no vive sin el Tao; y la vida no brilla
si no es por la Virtud.

Conservar el cuerpo, consumir la vida viviéndola entera,
fundarse en la Virtud, entender el Tao,
¿no es acaso la Virtud regia?


Es inmensa, surge misteriosamente, se mueve activa y arrastra tras sí a los diez mil seres.
Tal es el varón de Virtud regia. Ve en la oscuridad,
oye en el silencio (sin voz).
Sólo él es capaz de ver claro en la oscuridad;
sólo él puede oir la armonía callada y sin voz.

Por ser profundo en su profundidad,
tiene el dominio sobre las cosas.

Por ser espíritu en su espiritualidad
puede ser tan sutil en su esencia.

Asi es como puede unirse a todas las cosas.

Por su extrema vaciedad es capaz
de satisfacer a todas las demandas.

A todas horas acuden a él a pedir hospitalidad los seres todos,
pequeños y grandes,
largos y cortos,
cercanos y lejanos.

El emperador Huang Ti viajaba por el norte del río Chih (Rojo).´
Subió al monte Kun lun (Koulkun en el Tibet) y, después de contemplar
las regiones del sur, tomó el camino de vuelta.

Perdió su perla negra (la sabiduría). Ordenó a la inteligencia que la buscara,
pero ésta no la pudo hallar.
Ordenó a la agudeza de la vista; tampoco éste la pudo hallar.
Encargó a la discusión que la buscara,
pero éste no la pudo hallar.
Ordenó la búsqueda a invisible; Hsiang Wang (invisible)
la halló.

Huang Ti exclamó: ¡Cosa rara! Hsiang Wang (invisible)
la ha podido hallar.
 tomado del libro: Chuang-Tzu

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