La otra noche hice otra vez una promesa:
Juré por tu vida, jamás desviar los ojos
Si golpeases con la espada no la esquivaré
No buscaré cura en nadie más
Pues la causa de mi dolor es verme lejos de ti"
Este es un poema de Rumi, poeta sufi que tiene todo mi aprecio, por eso lo comparto incansablemente.
Es verdad que, al principio, Satsang provoca incomodidad en la mayoría de las personas. Y eso sucede porque todo lo que creías, comienza a quemarse. ¡Es un fuego! La Verdad es un fuego que quema todo lo que es mentira.
Lo que sea que sepas, es prestado de terceros. Tú no sabes y no necesitas saber absolutamente nada. Y Satsang propone que reposes en esa suspensión de no saber.
El infantilismo del ignorante es creer que él sabe alguna cosa. La invitación de Satsang es a quedar suspendido en el no-saber. Porque todo lo que tenías como conceptos palpables, queda al menos desestabilizado.
El papel del diablo es organizar. El papel del antidiablo es desorganizar. Aclarar no es poner los puntos sobre las "íes", es sacar las "ies" de los puntos. Queda sólo el cielo estrellado y un montón de puntitos sin "íes", sin nada, sin letritas.
Satyaprem
escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
No hay comentarios:
Publicar un comentario