escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
15 oct 2012
CÓMO CAPTAR LOS ELEMENTOS ETÉRICOS CONTENIDOS EN EL SOL (1)
Al mirar al sol, nuestra alma toma la forma del sol
El sol es el origen de todos los planetas, que han salido de él; por eso podemos
decir que todo lo que existe aquí, en la tierra, los elementos químicos, las sustancias minerales o vegetales, existe ya en estado sutil, etérico, en el sol. La cuestión es, pues, ahora, saber cómo captar estos elementos, en particular cuando queremos remediar las enfermedades, las deficiencias. Sí, porque es preciso que el hombre se habitúe a tomar lo que le falta en las regiones sutiles. Cuando siempre buscamos remedios abajo, en el plano físico, sin hacer ningún esfuerzo para elevarnos, no ganamos nada en el plano espiritual: nos volvemos perezosos, nos apoltronamos, porque lo tenemos todo al alcance de la mano; ni siquiera nos desplazamos, llamamos por teléfono o mandamos a alguien a la farmacia... Es mucho más provechoso hacer el esfuerzo de remover todo nuestro ser para ir a buscar estos elementos, estas quintaesencias, arriba, en el plano etérico.
La medicina oficial no conoce aún estos elementos etéricos, que son a la vez más sutiles y más eficaces que todos los que ella ha descubierto hasta ahora. La medicina piensa actualmente que las glándulas endocrinas, con sus secreciones, son las que gobiernan todo el organismo. No, no son las glándulas endocrinas las que juegan el papel esencial: son otros factores, en el plano astral y en el plano mental, los que gobiernan, desencadenan y dirigen el funcionamiento de las glándulas endocrinas. Porque, para que una glándula endocrina secrete demasiado, o demasiado poco, y produzca anomalías en el organismo, sin duda debe de haber una causa. ¿Y dónde se encuentra esta causa? La Ciencia iniciática responde: en el campo de los pensamientos y de los sentimientos.
Yo no estoy de acuerdo con la medicina materialista que cree que la salud del ser humano depende exclusivamente de la cantidad de vitaminas o de hormonas que absorbe. En realidad, existen en los planos astral y mental otros factores más poderosos que excitan o perturban el organismo, y es ahí donde hay que armonizarlo todo y ponerlo todo a punto, en vez de ocuparse únicamente del cuerpo y de buscar siempre las causas de las enfermedades en el plano físico. Estas dos regiones, astral y mental, en donde se forman los pensamientos y los sentimientos, todavía no han sido exploradas ni dominadas, y desde ellas son proyectados los elementos nocivos que van a perturbar después los otros aparatos: las glándulas endocrinas, el sistema nervioso, el simpático, los ganglios... Hay que ir a buscar, pues, mucho más arriba las causas de las enfermedades y sus remedios. Poco a poco, la ciencia los descubrirá.
Hace unas decenas de años, los médicos decían: “Si tomáis cada día tanto de prótidos, tanto de lípidos, tanto de glúcidos y tanto de sales minerales, tendréis tantas calorías que os darán tantas energías”. Y todo el mundo creía que eso bastaba para tener buena salud, hasta el día en que la medicina se puso a hablar de unos elementos más sutiles e imponderables: las vitaminas. Entonces, ¡todo el mundo se atiborró de vitaminas! Pero un Iniciado, en cambio, no tiene necesidad de ocuparse de calorías ni de vitaminas: en sus trabajos espirituales logra elevarse hasta muy arriba para captar otros elementos todavía más sutiles y necesarios que se encargan de ordenar y de poner todo a punto en su organismo, incluso la asimilación de las vitaminas mismas. Por otra parte, el descubrimiento de las glándulas endocrinas y el misterio de su funcionamiento prueba que le quedan aún a la medicina otros campos más sutiles que explorar.
Por eso nosotros insistimos tanto en la calidad de los pensamientos y de los sentimientos: porque los pensamientos y los sentimientos son unas fuerzas que ponen en marcha ciertos centros sutiles, los cuales actúan, a su vez, sobre las glándulas endocrinas, sobre el sistema nervioso, y, después, sobre todos los demás sistemas, y de ello se deriva tal estado de equilibrio o de desequilibrio, de orden o de desorden. Hay, actualmente, algunos investigadores que trabajan en esta dirección, pero no son escuchados. Sin embargo, pronto la medicina se verá obligada a admitir oficialmente sus conclusiones, y sólo se estudiarán estos factores sutiles que son el pensamiento y el sentimiento: se crearán nuevas ramas de estudios, con laboratorios y técnicas especiales, y todos reconocerán que la Ciencia esotérica tenía bases sólidas y verídicas. Mientras tanto, se burlan de ella.
Os diré ahora cómo podéis tomar estas partículas etéricas que el sol envía a profusión cada mañana. En realidad, es muy sencillo, ni siquiera hay que saber qué elementos restablecerán vuestra salud, eso no tiene ninguna importancia. Os esforzáis solamente en subir... en subir con el pensamiento hasta las regiones más sutiles: allí, os exponéis, esperáis... y, entonces, vuestra alma y vuestro espíritu, que son unos químicos y unos médicos muy competentes, que conocen exactamente la naturaleza de todas las sustancias etéricas, captan lo que os es necesario y dejan a un lado todo lo demás. Os concentráis, esperáis, con amor, con sumisión, con gozo, con confianza, y, un tiempo después, cuando volvéis, sentís que algo se ha restablecido, serenado, reforzado.
(Omraam Mikhael Aivanhov)
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