Un pastorcillo pasa cantando ...
Mírame más, amor mío!
La primavera desnuda su pecho.
La flor suspira en la sombra sus secretos.
A través del cielo viene
el susurro de las hojas
del bosque, como el sollozo
de la noche. ¡Anda, amor,
anda, enséñame tu cara!
El Sanyasi
El oro del anochecer se derrite en el corazón del mar azul; el bosque de la colina está apurando la última copa de la luz del día, y las chozas de la aldea se ven entre los árboles con sus lámparas encendidas, como madres que velan, echado el manto, sus niños dormidos.
¡Naturaleza, eres mi esclava, y tiendes tu alfombra de colores, en este gran salón donde yo estoy sentado solo como un rey, y bailas para mi, con tu collar de estrellas brillando en tu pecho!
(pasan unas pastorcillas cantando)
Del otro lado del río
negro, la música viene
llamándome. ¡Qué feliz
era en mi casa! La flauta
sonó en el aire sereno
de la noche, y su quejido
traspasò mi alma. ¡Ay,
decidme el camino! Voy
a él con mi única flor,
y la dejaré a sus pies.
Y le diré que su música
es hermana de mi amor.
El Sanyasi
Creo que un anochecer como este vino a mi, una vez sola en todos mis nacimientos. Su cáoiz rebosaba amor y música, yo estaba sentado no sé con quién, cuya cara me mira en esa estrella que va a ponerse en crepúsculo... Pero ¿Dónde estás tu, hija mía? ¿Dónde están tus tristes ojos negros, llorando? ¿Estás sentada en la puerta de tu choza, mirando esta misma estrella en la inmensa soledad de este anochecer?... ¡Mas la estrella ha de ponerse, y el anochecer cerrará tus ojos con la noche, y se secarán tus lágrinas, y tus sollozos se harán sueño! ... ¡No, no he de voler,; que los sueños del mundo tornen a su propia forma! ¡No seré yo quien pare su corriente, ni cree nuevas fantasías! ¡Veré, pensaré, sabré!
Rabindranaz Tagore
con amor para ustedes .....
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