La invocación se vuelve declaración;
La adoración se vuelve reconocimiento.
Cuando las bendiciones maduran,
Uno atisba la fuente.
Cuando uno es novato en el Tao, todas las prácticas comienzan como procedimientos externos. Algunas veces, es difícil entender su significado -no sabemos qué esperar. Esto es apropiado: No atreviéndose a interferir con el crecimiento y el descubrimiento, quienes siguen el Tao vacilan en ir más allá de la instrucción técnica.
Toma la devoción, por ejemplo. Al principio, una invocación es algo externo. Tú la repites, pero en realidad, significa bastante poco. Te arrodillas ante el altar porque necesitas algo en qué enfocarte. Una vez que te das cuenta de que el verdadero Tao ha de encontrarse dentro de ti mismo, cambias tu atención. Entonces la devoción se vuelve reconocimiento. Tu propio espíritu se eleva, y aprendes a abrir la llave por ti mismo. Si alguien te hubiese dicho qué buscar, puede que nunca estuvieses seguro de tus experiencias. Lo que viene de la sugestión externa no es el verdadero Tao.
El atisbar la fuente no deja dudas.
Dejo bendiciones para todos ... bien maduras... que provienen de la Fuente misma de un ser que está Aqui y Ahora ....
besines ...
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