Cuando bajas a orillas del mar, encuentras lo que es prácticamente un ilimitado suministro de agua de mar a tu disposición. Hay billones sobre billones de galones allí, pero la cantidad que puedes llevarte dependerá de la vasija con la cual te hayas provisto a ti mismo. Si llevas una lata de diez galones puedes obtener diez galones, pero si llevas sólo un pote de una pinta puedes llevarte sólo una pinta, y si tienes nada más que un dedal, no serás capaz de llevarte más que un dedal lleno.
Así es con la Divina Abundancia. El único límite es el de nuestra capacidad de recibir.
Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente. (Salmo 145:16).
todo ésto me ha sido concedido y yo apenas llevé un pequeño caracol vacío para llenar con tanta abundancia .... |
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