El equinoccio de otoño es el momento para reflexionar sobre la vida.
Si hemos disfrutado de una cosecha abundante, expresamos nuestro agradecimiento.
Si el año ha sido difícil hasta ahora, entonces estemos felices por lo que sí tenemos y resolvamos hacerlo mejor cuando se de la oportunidad.
El aprecio de la vida no requiere de riqueza o abundancia.
Sólo requiere de gratitud por la belleza del mundo.
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