El Budismo afirma que todos los fenómenos surgen de la vacuidad (Shunyata). Para los occidentales esto ha sido dificil de concebir, pues se asimila el vacio con la nada. La vacuidad es una amplitud, un espacio de posibilidades, el campo donde la mente silenciosa planea en un éxtasis tranquilo. Por ello la vacuidad no se visualiza como negra o blanca (como la nada), sino de un color azul intenso, como el de los cielos. Al meditar y visualizar la vacuidad azul buscamos cultivar un sentimiento de pura positividad hacia el origen de todos los fenómenos.
El mantra de la vacuidad:
Om Svabhava shuddha Sarva dharma svabhava shuddho ¡Ham!
D. Prajnagaruda
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