Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
(Lucas 23:28)
“El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido,pero no derrotado.”
Ernest Hemingway
No hay comentarios:
Publicar un comentario