Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

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queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

27 nov 2013

el gran secreto a voces


El maestro chan Tsu Hsin y el poeta Huang Shan Ku eran buenos amigos. En cierta ocasión, el poeta pidió a Tsu Hsin que lo iniciase en el secreto más misterioso del Camino.
-¿No has oído e viejo dicho de Confucio: "No me preocupa el que los adivinos predigan mi verdadero futuro o no ... Sólo estoy seguro de algo y es de que mi destino se desarrollará según su propia voluntad"? Dime, ¿que piensas de ésto? -preguntó el maestro.
Cuando el poeta Huang estaba a punto de responder, fue detenido por un gran grito "¡no!", que lo dejó un poco confuso.
Poco después, durante la estación de floración de las moreras, los amigos estaban paseando en medio de las montañas.
-¿No hueles la fragancia de las moreras en flor? -preguntó Tsu Hsin
-Por supuesto que sí.
-Ya ves, no te oculto nada.
Al oír esto, el poeta comprendió por si mismo y empezó a expresar su agradecimiento al Maestro.
-Oh, Maestro, tu corazón es tan amoroso como el de un abuelo...
Sonriendo, Tsu Hsin hizo la siguiente observación:
-Deseo que vuelvas a casa.

Comentario: El maestro deja que su amigo el poeta Huang Shan Ku "vuelva a casa" y "casa" quería decir la naturaleza original del verdadero yo. En la tradición chan, dichos como "un viejo anfitrión" o "los verdaderos ojos de la paz y del silencio" tienen el mismo significado que "casa" y "naturaleza del verdadero yo". Los ríos y las montañas están ante los ojos allí donde miremos. No hay lugar alguno en el que o se exprese el Camino. Éste es el gran secreto a voces del universo, nada es inexplicable. Sin embargo, el poeta Huang no lo veía. Buscaba la llave para abrir para siempre la puerta de la naturaleza del verdadero yo. Utilizando la parábola de la floración, el Maestro le mostró el Camino exacto hacia la naturaleza primigenia del ser. Le señaló el Camino de regreso a casa que, por su constante errar, Huang Shan Ku había abandonado hacía tiempo.

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