Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

3 feb 2014



La inocencia en sí misma es pasión. El inocente no tiene dolor, ni sufrimiento, a pesar de haber tenido miles de experiencias. No son las experiencias las que corrompen la mente, sino el rastro que dejan, el residuo, las cicatrices, los recuerdos. Todo esto se acumula, se amontona y entonces empieza el dolor. Este dolor es tiempo. Y donde hay tiempo, no hay inocencia. La pasión no nace del dolor. El dolor es experiencia, experiencia de la vida diaria, de la vida de agonía y de placeres pasajeros, de temores y certezas. Uno no puede escapar de las experiencias, pero no es necesario que éstas arraiguen en la mente. Esas raíces generan problemas, conflictos y lucha constantes. La única salida es que uno muera cada día a todos los ayeres. Solo una mente clara puede ser apasionada; sin pasión, uno no puede ver la brisa entre las hojas, o el reflejo del sol en el agua. Sin pasión no hay amor.

- Krishnamurti, Boletín 4 de la Krishnamurti Foundation Trust Bulletin, 1969

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