La diabetes también llamada diabetes dulce, se manifiesta por una secreción insuficiente de insulina por el páncreas que resulta de una incapacidad de éste en mantener un porcentaje de azúcar razonable en la sangre. Un exceso de azúcar sanguíneo se produce entonces y la sangre es incapaz de usar adecuadamente los azúcares en el flujo sanguíneo. Estos azúcares en exceso causan un porcentaje demasiado elevado de azúcar en la orina que se vuelve dulce. El azúcar corresponde al amor, a la ternura, al afecto, la diabetes refleja pues diversos sentimientos de tristeza interior.
Es el mal de amor, una carencia de amor seguro porque necesito, a causa de mis heridas anteriores, controlar el entorno y la gente que me rodea. Pues, sí!
Si tengo diabetes, suelo vivir tristezas seguidas, emociones reprimidas teñidas de tristeza inconsciente y ausentes de dulzura. La dulzura desapareció dejando sitio a un dolor continuo. Empiezo entonces a comer azúcar bajo todas las formas posibles: pastas alimentarias, pan, golosinas, etc. para compensar. El plano afectivo, social o financiero puede resentirse.
Intento compensar por todos los medios posibles. Me limito en muchos campos. Me vuelvo “amargo” (amargura) frente a la vida, es la razón por la cual encuentro mi vida “amarga” y compenso por un estado más “dulce”. Al tener dificultad en recibir amor, me siento ahogado y sobrecargado, pillado en mi situación incontrolable y excesiva. El exceso está eliminado en la orina.
Tengo pues una gran necesidad de amor y afecto, pero no sé actuar ni reaccionar cuando podría recibirlo. Tengo dificultad en recibir el amor de los demás y la vida pierde gusto para mí. Es difícil soltarme y expresar el amor verdadero. Mis esperas son frecuentemente desmedidas (quiero que la gente realice mis deseos) y me atraen frustraciones, ira, frente a la vida y el repliegue sobre sí. Vivo mucha resistencia frente a un acontecimiento que quiero evitar pero que me siento obligado a sufrir. Por ejemplo, puede ser una separación, un traslado, un examen, etc. A esta resistencia se añadirá un sentimiento de disgusto, repugnancia, desdén frente a este acontecimiento. La hiperglicemia aparecerá pues en ese momento. Necesito asumirme en seguida. Necesito cambiar las situaciones que me afectan empezando a ver el amor y la alegría en todas las cosas. Hay tanto amor disponible; ¿soy realmente consciente del amor que la gente tiene para mí? La gente me ama y debo verlo a partir de ahora.
Acepto el pasado de un modo desapegado, por lo que es.
Es abriendo mi corazón como se producen los milagros!
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