Cuando una persona se sienta y medita, se trata de una situación especial, un acto sagrado. En la meditación, hasta los pensamientos más impuros, crudos o confusos son considerados sagrados. Usted puede quedarse dormido en su colchón o sentir que usted no ha meditado en absoluto. Incluso las fantasías sobre el cojín son importantes. Usted debe tener la actitud de que usted está involucrado con un sistema y una tradición que es válida y que tiene sus raíces en el pensamiento sólido. La meditación es un enfoque definido, una cosa muy válida para hacerlo.
Chögyam Trungpa
Del libro "El Camino de la Liberación individual: El Tesoro profunda del Océano de Dharma, Volumen Uno"