Dijo el amigo al diablo: "¿Qué recogió ese hombre?".
"Él recogió un pedazo de Verdad", dijo el diablo.
"Ése es un mal negocio para usted, entonces", dijo su amigo.
"Oh, para nada," contestó el diablo, "yo voy a permitirle organizarlo."
El interés, que no nació por amor a la Verdad en sí misma, sino que fue despertado por una organización, no tiene ningún valor. La organización se convierte en un armazón en el cual sus miembros pueden encajar convenientemente. Ellos ya no se esfuerzan por alcanzar la Verdad o la cima de la montaña, sino que tallan para ellos mismos un nicho conveniente donde guardarse, o permiten que la organización los guarde, y consideran que la organización los llevará por eso a la Verdad.
J.Krishnamurti
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