Cuando tu percepción se ilumine, tus ojos serán como mil soles y nada escapará a tu mirada.
Normalmente nunca somos tan observadores, pero no debes deprimirte ni subestimarte por ello.
Xue-dou
No busquemos ni esperemos nada.
Ni budas ni demonios que nos puedan sorprender.
No seamos inquietados ni atemorizados.
Contemplemos el monte, vivamos en el monte.
Contemplemos el arroyo, vivamos en el arroyo.
Queramos acostarnos y acostémonos.
Queramos levantarnos y levantémonos.
No amemos ni odiemos los sonidos.
No amemos ni odiemos las formas.
Como el reflejo de la luna en el agua,
como un rostro en un espejo,
que sigue siendo luna,
que sigue siendo rostro,
el dharma no se turba.
La palabra es como el croar de las ranas.
El silencio es como una columna.
Sin miedo del infierno ni deseo del paraíso,
abarquemos todo el cosmos.
Keizan (1264–1325)
Atrapados por las palabras, los practicantes del zen
son tan oscuros e ilusos como cualquier ser mundano.
De tanto insistir en la pureza y la verdad
sus oídos son sordos
al sermón de los turpiales en el alba
y al sutra sin palabras de muros y piedras.
Allá ellos con sus poses santurronas.
Con mi corazón medio limpio, medio sucio
y el placer de la compañía que pasa
habito en este mundo claroscuro
y celebro con los perros que ladran a la Luna.
Ryokan (1758-1831)
"Un día solo es un día; la joya más grande es como el día más corto.
Ese día nunca volverá; cada segundo vale lo que una joya sin precio"
Takuan
El fundamento y la fuente de toda existencia sensible es el océano de conocimiento.
La substancia del flujo de la consciencia es el cuerpo mismo de la Realidad.
Pero cuando en nuestra vida cotidiana aparecen los sentimientos y permanecemos ignorantes de la Verdadera Realidad, el conocimiento se obscurece.
Por esta razón, a pesar del continuo cambio de las imágenes mentales y de la incesante transformación de los objetos, seguimos encadenados inevitablemente a nuestras rutinas.
Shi-fu Huang-long
no permanezcáis en la vacuidad.
Nuestro espíritu, cuando permanece tranquilo
se desvanece espontáneamente.
Si detenemos todo movimiento
nuestro espíritu se tranquilizará
Y esta tranquilidad, a continuación
provocará de nuevo el movimiento.
Si permanecemos en uno de los dos extremos
¿cómo podremos comprender el otro?
Si no nos concentramos sobre el origen
perdemos los méritos de los dos extremos,
si abrazamos únicamente la existencia,
perdemos la vacuidad.
Si abrazamos únicamente la vacuidad,
perdemos la existencia.
Sozan, Shin Jin Mei
Al ver que en el mundo no hay nada seguro, comprenderemos que tanto las situaciones de escasez como las de abundancia son pasajeras y dejaremos de apegarnos a ellas. Nos fijaremos en el momento presente, dondequiera que nos encontremos. En este caso, si nos quedamos en el mismo lugar, estará bien. Y si viajamos, también. Todo nos parecerá bien, porque nos habremos concentrado en la práctica de reconocer las cosas tal como son.
Ajahn Chah