Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

2 feb 2013




Está claro que nuestra situación actual no nos satisface plenamente, a pesar de que en líneas generales muchos podamos considerarnos razonablemente felices, pues de otro modo no estaríamos buscando mejorar.

Vamos a realizar un experimento.

En primer lugar, siéntate cómodamente, con la columna vertebral y la cabeza rectas y erguidas, pero asegurándote de que no hay tensiones. Manteniendo la quietud, siente la presión de los pies en el suelo, el peso del cuerpo en el asiento, la posición de los brazos y los hombros.

Ahora, sin dejar de sentir el cuerpo quieto, se consciente del roce de la ropa en la piel, del juego del aire en la cara y las manos. A continuación escucha todos los sonidos, desde los más próximos a los más lejanos. Tan solo deja que lleguen y acógelos por igual, sin clasificarlos, sin rechazarlos. Disfruta con el sentido del oído.

Deja que lleguen a tus ojos todas las imágenes, considerando tan solo el juego de la luz, de los colores y las sombras. No te detengas en ninguna imagen en especial, tan solo disfruta de las formas y los colores. Huele, gusta, deja que todos los sentidos funcionen plenamente aquí y ahora.


Se consciente de ti mismo y de todo lo que os rodea en el momento presente. Disfruta de lo que sucede en este momento, sin preocupaciones por el pasado o el futuro.

¿Qué hemos experimentado durante este ejercicio de atención? ¿Hay algo que queráis compartir con los demás?

Ya hemos visto que tenemos la tendencia a considerar todo como pares de opuestos, lo que es la fuente de la mayoría de los conflictos. Además, también hemos constatado que nuestra atención deja mucho que desear; la mayor parte del tiempo está dispersa, pues estamos sumergidos en nuestros pensamientos, ideas y ensoñaciones, mezcla de recuerdos del pasado y deseos para el futuro. No prestamos suficiente atención a lo que ocurre en el mundo que nos rodea en el momento presente.
De esto podemos deducir que en nosotros hay gran ignorancia sobre la realidad del mundo, incluyendo en esa ignorancia un enorme desconocimiento de nosotros mismos.

Vivimos de una forma absolutamente dependiente de nuestro entorno: Damos gran importancia a nuestra imagen, a lo que los demás piensen o digan de nosotros; al entorno físico, tomando como una afrenta personal el tiempo que hace, los atascos de tráfico en los que nos vemos inmersos, etc. En general tratamos de hacer responsable de lo que nos ocurre a los demás, o a las circunstancias adversas, negándonos a admitir nuestra responsabilidad. ¿Somos criaturas tan débiles que una mala contestación de otra persona, o un cambio de la climatología, nos desestabilizan, como si ello hubiese afectado a nuestra esencia? (Tomado de "El Camino De La Liberación" - Advaita Vedanta)

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