La verdadera misericordia consiste en usar el poder de nuestra meditación, oraciones y actividades para aquellos que sufren puedan desviar su foco de interés de las limitaciones opresoras de la mente ordinaria, en dirección a una vida trascendente de la naturaleza búdica innata. En un estado abierto no dual, reconocemos la Vacuidad de las apariencias y sabemos que hasta las sustancias más sólidas son transitorias, mutables y desprovistas de realidad inherente. Así mismo, reconocemos que los fenómenos dolorosas son vacíos en esencia, aun en sus ramificaciones físicas y emocionales más intensas. Si alguien logra experimentar el dolor y simultáneamente mantiene el reconocimiento de la naturaleza ilusoria del dolor, puede liberarse de un gran sufrimiento mental y apaciguar el dolor físico.
Lama Chagdud Khadro
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