“No quería pensarlo.” “Ne debí decirlo.” “No quise hacerlo.” ¿Cuántas veces hemos dicho estas o palabras semejantes, bien a otros, o a nosotros mismos? Cuando entretenemos pensamientos indeseados, pronunciamos palabras que sería mejor callar, o realizamos actos que sería preferible evitar, hemos permitido que nuestras creencias falsas y emociones afligidas nos arrastren a cometer acciones negativas. Al actuar (en pensamiento, palabra, y obra) motivados por el apego, la aversión, y la indiferencia, vivimos guiados por el karma. Somos esclavos de tendencias físicas, emocionales, y mentales que son, a su vez, producto de nuestros actos previos. Vivimos sometidos al pasado. No actuamos en el momento, si no que reaccionamos, constantemente obligados por condiciones externas a conducirnos de maneras que llegaremos a lamentar.
Algunos opinan que hacer votos limita o niega nuestra libertad. Sin embargo, la ‘libertad’ del sometimiento al deseo, de ser arrastrados aquí y allá por los dictados del cuerpo y la mente, no es libertad. Es la sumisión más abyecta a los caprichos, los hábitos, y las circunstancias.
Los bodisatvas, los seres en pos de la iluminación, rehúsan sucumbir a los empujes del karma. Los bodisatvas aceptan voluntariamente una serie de guías para acercarse al Dharma y adelantar la cultivación espiritual.
Vivir guiados por los votos —decidir qué pensamientos entretener, qué palabras hablar, y qué actos realizar— esa es la verdadera libertad.
Al iniciar este nuevo año lunar, decidamos si continuaremos viviendo como siervos del karma, o avanzaremos en el sendero de la libertad.
fuente: www.granviacentral.wordpress.com
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