Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

13 feb 2013

TEMAS DE SANACIÓN


El Señor Buda ha expresado que:
No hemos de creer en lo dicho, simplemente porque fue dicho; ni en las tradiciones, porque han sido trasmitidas desde la antigüedad; ni en los rumores; ni en los escritos de los sabios, porque han venido de ellos; ni en las fantasías, que se suponen haber sido inspiradas por un deva (es decir, una supuesta inspiración espiritual); ni en las deducciones basadas en alguna suposición casual; ni por lo que parece ser una necesidad analógica; ni por la mera autoridad de nuestros instructores o maestros, sino que hemos de creer cuando lo escrito, la doctrina o lo dicho, está corroborado por nuestra propia razón y conciencia. Por eso, enseñé a no creer lo que oyen decir, sino que, cuando lo crean conscientemente, actúen de acuerdo y plenamente.
(La Doctrina Secreta, T. VI. p. 49)




o dicho de otra manera:

"Nada de los que escuches, sin importar lo que digan.
Nada de lo que leas, sin importar donde esté escrito.
Nada debes aceptar, sin antes discernirlo.
Y por ti mismo, deberás decidir su validez o no"



ES MI INTENCIÓN OPTIMIZAR MI CAPACIDAD PARA CURAR Y SER CURADO

Nadie puede pedirle a nadie que lo cure; pero sí puede dejar que lo curen y ofrecer
así a los demás lo que ha recibido. ¿Quién puede ofrecer lo que no posee? ¿Y quién
puede compartir lo que se niega a sí mismo? (Un curso de Milagros)

Toda persona que habita este planeta posee un potencial interior pata curar. Para
tomar contacto consciente con los poderes curativos que te son inherentes, en
primer lugar tienes que tomar la decisión de ser curado. Como nos recuerda A
Course in Miracles: «Quienes son curados se convierten en instrumentos de
curación», y «La única forma de curar es ser curado». Por lo tanto, existe una doble
ventaja en la intención de ser curado. Una vez que hayas aceptado el poder que
posees para curarte a ti mismo y optimizar tu salud, pasarás a ser una persona
capaz de curar a los demás.

Una de las múltiples y fascinantes observaciones de David Hawkins en su libro
Power vs. Force es la relación entre el nivel de energía de una persona y su
capacidad para curar. Las personas que evaluaron por encima de los seiscientos en
el mapa de la escala de consciencia (una puntuación de una energía excepcionalmente
alta, indicio de esclarecimiento y suprema iluminación) irradiaban energía
curativa. Tal y como la conocemos, la enfermedad no puede existir en presencia de
una energía espiritual tan alta, lo que explica los milagrosos poderes curativos de
Jesús de Nazaret, San Francisco de Asís y Ramana Maharshi. Su energía,
excepcionalmente alta, es suficiente para contrarrestar la enfermedad.

Mientras lees esto, no pierdas de vista que también tú emanaste del campo de la
intención, la de mayor energía espiritual y amorosa, y que posees esa capacidad en
tu interior. Para hacer realidad la intención de este capítulo, y como dice Gandhi,
debes «ser el cambio que deseas ver en los demás». Debes concentrarte en curarte
a ti mismo para poder ofrecer a los demás esa capacidad de curación. Si alcanzas
un nivel de gozosa iluminación en el que te vuelves a conectar con la Fuente y
armonizas tus vibraciones, empezarás a irradiar la energía que transforma la
enfermedad en salud.

En su impactante plegaria, San Francisco le pide a su Fuente: «Allí donde haya
agravio, deja que siembre el perdón», es decir, permíteme que yo sea una persona
(Tomado de "El Poder de la Intención" - (Wayne Dier)

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