"Un monje preguntó a Josso:
“¿Predican la ley los objetos inanimados?
A lo que respondió: “contínuamente”.
Este Koan le fue dado a Sotoba, un laico que tenía una profunda comprensión.
Fue iluminado por la Verdad Budista escuchando el sonido del río en
un valle de montaña. Compuso lo siguiente:
El sonido del arroyo
del valle es SU gran lengua.
Los colores de la montaña SU puro cuerpo.
Durante la noche he oído 84.000 himnos.
¿Cómo contárselo a la gente mañana? "
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