Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

29 mar 2013

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EL PAVO EN EL BUDISMO

Las cualidades de la iluminación son representadas en el Budismo Mahayana por cinco imágenes del Buddha, las cuales son colocadas en el plano simbólico que es el mandala. Al oeste del mandala se ubica el reino del Buddha de la compasión: Amitabha. Este iluminado es de color rojo y habita el reino mágico, la tierra pura llamada Sukhavati, el “país de la dulzura”. Los budistas devotos de Amitabha, al atardecer, nos volvemos hacia el poniente y cantamos su mantra maravilloso: “¡Om Ami Deva Hrih!”. Se dice que si te esfuerzas con sinceridad en la práctica espiritual y entonas con devoción este mantra, renaces en la tierra pura de Amitabha, donde puedes seguir creciendo espiritualmente para, finalmente, renacer en este mundo y alcanzar, por fin, la iluminación.
Un animal precioso sigue siempre de cerca al compasivo Amitabha. Este devoto animal no es otro que… ¡el pavo! El pavo real es famoso por poder comer criaturas venenosas, como arañas, escorpiones y víboras, sin que la ponzoña pueda dañar su salud. De la misma manera, la compasión de Amitabha es más fuerte que envidias, rencores y odios. El amor de los pavos reales por sus polluelos, que hace que ante un depredador se sacrifiquen, es similar a la generosidad del Buddha de la compasión.

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