![]() |
Es tan fácil pensar "yo puedo" como "no puedo". Ambas actitudes son orientaciones habituales para la vida que pueden llegar a ser automática con la práctica. Ambas posturas no tiene tanto que ver con la tarea presente como con el espíritu interno de la persona frente a la tarea. En cualquier caso, la tarea es la misma - sólo la actitud es diferente.
Pero ¡qué diferencia! La gente que dice "yo puedo" es con la que quieren pasar tiempo y tomar como modelos. Estas son las personas que o bien nunca han perdido, o han trabajado para recuperar la actitud positiva con la que todos nacemos. Nunca se le ocurre a un bebé, por ejemplo, que todo el tambaleo y las caídas significan que nunca aprenderá a caminar. Los bebés crecen, avanzan y tienen éxito. No han aprendido a quedarse atrás o a temer a la derrota. La negatividad que nos pone de rodillas es algo de lo que todos podemos prescindir. Demos marcha atrás a ese momento de nuestras vidas, cuando todo era posible... porque todavía lo es.
Hoy me centraré en mis éxitos. "Yo puedo" es mi credo.
Del libro: Días de sanación, días de alegría, de Earnie Larsen Larsen y Carol Hegarty
No hay comentarios:
Publicar un comentario