Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

10 mar 2013


Un gran sabio dijo una vez: “Antes de que puedas encontrar a Dios, debes perderte a ti mismo”.

La Kabbalah enseña que podemos recibir toda la felicidad, el júbilo y la realización que el
Creador desea otorgarnos cuando asumimos el trabajo espiritual de volvernos más parecidos
al Creador, al transformar nuestra naturaleza egoísta por una que sea desinteresada.

Desafortunadamente, nuestro ego interfiere con este trabajo casi todos los días. Ninguno de
nosotros es verdaderamente desinteresado. Tenemos intenciones ocultas en casi todo lo que
hacemos. Vamos a trabajar para ganar un salario. Nos involucramos en una relación porque
nos gusta lo que la persona nos da. Incluso cuando hacemos acciones caritativas,
generalmente buscamos elogios o por lo menos un “gracias” a cambio.

¿Cómo es posible llegar a un estado de desinterés con todas nuestras motivaciones ocultas?
¿Es tan siquiera posible perdernos a nosotros mismos? Es posible, pero no es fácil.

El secreto para ser desinteresados es dar cuando sea más incomodo, o difícil de hacer.

Cuando alguien te pide que lo lleves al aeropuerto, y es lo último que quieres hacer pero lo
haces de todos modos, estás actuando en semejanza con el Creador como una fuerza de
compartir infinita. Si escasamente tienes dinero en tu cuenta bancaria y un amigo, o tal vez
alguien que no haya sido tan buen amigo, se acerca a ti necesitado y tu compartes lo que
tienes con él, sabes que tu amor es incondicional, así como lo es el amor del Creador.

Todas las buenas acciones revelan bondad en el mundo, pero si quieres revelar grandeza,
da hasta que duela.

Vivir un camino de espiritualidad no es fácil porque requiere sacrificio. Pero sin importar
qué sientas que estás entregando (tu tiempo, tu energía, tu talento o tu dinero) lo que
realmente estás entregando es tu ego.

A esto se refería el sabio cuando dijo que perderse a uno mismo es el camino para
encontrar a Dios.

Mientras más controlemos nuestro ego, más nos conectamos con la fuente de
todas las bendiciones.

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