La compasión realmente auténtica y el apego son contradictorios.
Según la práctica budista, para desarrollar una auténtica compasión debemos, en primer lugar, practicar la meditación de igualación y de serenidad, desligándonos de las personas más cercanas a nosotros. Después hay que poner término a los sentimientos negativos dirigidos hacia nuestros enemigos. Todos los seres sensibles deberían ser considerados iguales.
Sobre esta base podremos desarrollar progresivamente una compasión auténtica hacia cada uno de ellos.
Dalai Lama
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