Si los demás obtienen la victoria, ésa es mi plegaria.
Si sufro la derrota, también es mi plegaria.
Al frente, atrás, arriba, abajo, a derecha o izquierda
—todo lugar propicia la cultivación.
Bendíceme para pensar menos en mí.
Si otros son felices, merecen felicidad.
Si son sabios, hermosos, pudientes,
famosos, poderosos, y sobrios,
bendíceme para desear que su esplendor aumente.
¿Por qué abrumar a otros con gustos y disgustos,
agrado y desagrado en todos mis contactos?
Revelar mis tendencias es fuente de vergüenza.
Bendíceme para ser impasible.
Al practicar el Dharma, obtengo beneficio.
Al socorrer a otros, soy socorrido.
¿Por qué pretendo recompensa mayor?
Bendíceme para nunca anhelar gloria ni gratitud.
Entrenamiento mental 56 - 59: Menos, mas, igual, y nunca
No sucumbir a la lástima propia.
No envidiar.
No ser frívolo.
No esperar aplausos.
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