chuang tzu cuenta una historia ...

selknam (indios ya extintos de la isla Grande de Tierra del Fuego - Argentina)

Los alfareros dijeron: Nosotros tenemos el arte de manipular la arcilla, haciéndola tan redonda como a compás, o tan cuadrada como hecha a escuadra. Los carpinteros dijeron: Nosotros somos diestros en manejar la madera haciéndola o bien redonda a la medida del cartabón, o derecha como tirada con cuerda. ¿Acaso la arcilla y la madera quuisieron ajustarse al compás al cartabon y a la cuerda? Sin embargo, de generación en generación se elogia a Po Yüeh como hábil en adiestrar caballos y a los alfareros y carpinteros como peritos en manejar la arcilla y la madera.
Así son tambièn los errores en el gobierno del mundo. Según mi opinion, no es esta la manera mejor de gobernar el mundo. Las gentes tienen su natural y constante modo de obrar. Tejen y se viste, labran la tierra y se alimentan de sus frutos. Es éste comportamiento común a todos. Ahora bien, lo que es uniforme y sin particularidades está dado por el Cielo.
Las gentes, en aquellos tiempos en que más floreció la virtud, tenían andares reposados y mirar tranquilo y simple. En aquellos tiempos no había senderos, caminos o galerías en los montes. No había barcos o puentes para pasar el agua. Todos los seres vivían en común. Sus patrias se extendían indefinidas "sin fronteras". Los animales andaban en rebaños. Las hierbas y los arboles crecían espontáneamente. Se podía coger y atar a los animales y jugar con ellos. Se podía subir a ver los nidos de cuervos y urracas. En los tiempos en que más floreciò la virtud se vivía en comunidad con los animales, formando una única familia con todos los seres. ¿Qué se sabía entonces de las diferencias de hombre virtuoso y de hombre ruin? En aquella común ignorancia o inocencia, no había diferencias de talentos y era común la ausencia de ambición.

Era la sencillez pura y auténtica. La naturaleza de las gentes se lograba.
Llegaron los santos, comenzaron a practicar con gran solicitud y esmero las virtudes de la caridad y equidad y el mundo quedó perplejo. Fomentaron licensiosamente la música y complicaron el ceremonial con menudencias y detalles sin fin. Con esto se introdujeron en el mundo las diferencias (bueno y malo, cortés y grosero). ¿Quien es capaz de tallar las copas sagradas de los sacrificios sin lesionar la entereza del material usado y tallar cetros de jaspe blanco sin romperlo?
Asi tambièn ¿cómo va a ser posible guardar la bondad y la equidad sin quebrar la virtud del Tao? ¿Cómo se pueden practicar los ritos y fomentar la música sin apartarse de la naturaleza? ¿Cómo se puede dibujar y pintar sin perturbar la pureza de los cinco colores? ¿Cómo se pueden armonizar los seis tonos sin perturbar la pureza de las cinco notas? Como destruir la entereza primitiva para fabricar utensilios es el pecado de los artesanos, así corromper la moralidad, para practicar la bondad y la equidad, es el pecado de los santos.
Los caballos pacían en el campo el heno y bebían el agua. Si estaban contentos, se cruzaban los cuellos y se frotaban mutuamente. Si se enfadaban, volvían grupas y se propinaban coces mutuamente. Esto era todo lo que sabían hacer. Pero cuando se les impuso el yugo, se les enjaezó la cabez con el aparejo de forma de luna, es cuando aprendieron a mirar de reojo, torcer el yugo, respingar, tascar, beber el freno, substraerse de las riendas. Así el haber aprendido los caballos todas esas malas artes y maneras de hurtarse el cuerpo es pecado de Po Yüeh.

En los tiempos de Ho Hsu, las gentes vivian sin saber que hacer, marchaban sin saber a donde iban. Se diviertían en dar a los niños sus bocados y se entretenìan en tocarse la barriga. Estas eran todas las habilidades de aquellas gentes. Pero vinieron los santos, quisieron encuadrar y modelar el mundo con sus inclinaciones y sus zalemas, sus ritos y sus músicas. Ensalzaron tanto la bondad y la equidad que todos las anhelaban vehementemente para poder complacer con ellas. Las gentes comenzaron con gran esmero y afición a aprenderlas. Luego, llevada la competición al terreno de intereses y ganancias, fue ya imposible detenerla. Este ha sido el pecado de los santos.

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Quizás se diga,, que tienen que ver las imagenes con el texto .. pues no mucho y todo .. eran las gentes de antes que vivian en armonia con el Todo, con la Naturaleza ...  Mi intencion era mostrar eso .. nada mas .. lo que describe Chuang Tzu .. supongo que existió ... y a veces se produce un vacío en mi ...  pensar en ellos ...  una sensación de lejanía, como el sonido de una flauta en un bosque de pinos ...