Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

31 oct 2010


El Exquisitamente Auspicioso
El Dulcemente Glorioso
El de Hermoso Esplendor
Aquel que es Noble y Gentil
El Bodhisattva Mahasattva Manjushri, a menudo referido como el Bodhisattva de la Gran Sabiduría, es la personificación de la sabiduría trascendental e infinita (prajña) de todos los budas, jugando un papel principal en el camino espiritual a la iluminación. Representa el aspecto sapiencial de la mente iluminada, es decir, la habilidad de discriminar y percibir la realidad tal cual es.

Sienta a la izquierda del Buda.
Se le considera el príncipe coronado de las enseñanzas budistas, aquel que mejor puede explicar el Dharma, iluminar las pasiones aflictivas, dispensar discernimiento, corregir la ignorancia y la ilusión, y penetrar en la vacuidad de los fenómenos que conduce a la realización última de la naturaleza original.

No en vano otro epíteto reservado a él es "Vakishvara" ("Señor del Discurso"), y en este aspecto se le asocia con un gran maestro histórico indio conocido como "Manjugosha" ("El de Voz Dulce").

Para la mayoría de los budistas ejemplifica, además de la elocuencia inapelable y de la sabiduría divina, las características de una memoria infalible, la perfección mental así como el poder de la voluntad.

El mantran de Manjushri es OM AH RA PA TSA NA DHIH. Se cree que mejora varias sabidurías, como las del aprendizaje, el debate, la escritura, la memoria, etcétera.

El término sánscrito "Manjushri", o "Manjusri", se compone de las palabras:

• "manju", traducida indistintamente como "encantador", "bello", "suave", "melodioso", "dulce", "agradable", "gentil"; y
• "shri”, que designa una combinación de gloria, poder y mérito, la cual podríamos sintetizar como "nobleza", "esplendor", "brillantez" o "auspiciosidad".

Así, el nombre "Manjushri" es interpretado de manera diversa como significando "Gloria Gentil", "El Exquisitamente Auspicioso", "El Dulcemente Glorioso", "El de Hermoso Esplendor" o "Aquel que es Noble y Gentil".

Esta última acepción se aproxima a la traducción de su nombre en tibetano, "Jampel-yang" (contraído, "Jamyang"), que significa "Amigo Gentil".

En chino se le llama "Wen-shu Shi-li", y en japonés, "Monju". Ésta es una abreviatura de "Monjushiri" o "Manjushiri", que es la transliteración de "Manjushri". También transliterado al japonés como "Myokichijo".

Considerado como uno de los bodhisattva más antiguos e importantes, a Monju se le reconoce una dimensión histórica y otra cósmica. Se dice que siguió y asistió al buda histórico en calidad de discípulo, encarnando el poder de la voluntad, la inteligencia, la elocuencia, la memoria y la sabiduría. En su aspecto cósmico, por otra parte, Manjushri es visto como una emanación del buda primordial (Adi Buddha) Vairocana (Berotsana; tib. Nangpar Nangdze; jp., Dainichi Nyorai), el buda blanco y resplandeciente que es comparado gloriosamente al sol en su zenith y cuya naturaleza es omnipenetrante.

Vairocana hizo el voto de manifestarse por todo el universo como el principesco y eternamente joven Bodhisattva de la Sabiduría con el propósito de promover la indagación en temas tales como la vacuidad, la libre voluntad y el sí mismo, y de ese modo conducir a todos los seres al descubrimiento de la verdadera naturaleza de la realidad. Por tal razón, es ilustrado habitualmente mostrando las dos herramientas esenciales para tal investigación:

• en su mano derecha blande la espada de doble filo de la lógica o la discriminación analítica, y
• en su mano izquierda, el Sutra Prajñaparamita (Maka Hannya Haramita Shingyo), el texto de la enseñanza no-dualista de la vacuidad.

Esta enseñanza es fundamental a todas las formas de budismo y por esa razón es a menudo llamada la "Madre de todos los Budas". En particular, Manjushri habría sido el iniciador e instructor de los siete budas ancestrales, siendo el buda Shakyamuni el último de ellos.

Se dice que Manjushri vino de la tierra pura del Buddha Ratnaketu en el este. Es conocido por su estilo directo de enseñar. Y, a diferencia del método gradual de otros budas y bodhisattvas, que progresa desde las doctrinas elementales hasta las más complejas, él salta directamente a la cima, el significado de la verdad suprema, del nirvana último.

Este bodhisattva, conocido en India por las doctrinas theravada, es identificado con el rey de los Gandharva (músicos celestiales), Pancasikha. Aparece además en muchos sutras mahayana como interlocutor destacado debido a su debate con Yuima (skt., Vimalakirti) en el Yuimagyo (skt., Sutra Vimalakirtinirdesa). También representa un importante papel en el Hannyagyo (skt., Sutra Prajñaparamita), un texto consagrado a la exposición de la gran sabiduría (hannya).

El buda histórico describe a Manjushri y lo elogia en el Sutra Manjusri Parinirvana. Su imagen aparece sólo tardíamente en el siglo VI en el Asia Central y en unas pocas estelas chinas asociadas con Vimalakirti (jp., Yuima Koji).El Sutra del Loto (jp., Hokkegyo) le asigna una tierra pura (o "cielo") en otro universo del este, llamado Vimala (jp., Yuima).

Tal y como se describe en el Kegonkyo (skt., Sutra Avatamsaka), Shakyamuni predijo que después de que ingresara en el nirvana, Manjushri residiría en una montaña llamada "Wu-tai" en un país oriental llamado "Gran China," donde enseñaría el dharma budista. Consiguientemente, el lugar sagrado de Manjushri fue localizado en una montaña del nordeste de China, "El Paraíso de las Cinco Montañas", que fue identificada como Wu-tai Shan (jp., Godaisan; tib., Riwo Tsenga), los Cinco Picos Sagrados. Desde el siglo VII se convirtió en importante centro de peregrinación para chinos, tibetanos, mongoles, coreanos, japoneses y otros budistas. Muchos templos dedicados a este bodhisattva han sido construidos allí, donde, como Wen-shu Shi-li, es representado como un niño con el pelo recogido en cinco moños (o cinco picos).

Imágenes de Monju fueron introducidas en Japón por monjes chinos, quienes, durante un viaje a Wutaishan, averiguaron que Manjushri se había reencarnado en la persona del monje japonés Gyoki, yendo así a Nara en el 736. Uno de estos monjes, Bodhisena (Bodaisenna en japonés), elevó a Gyoki a director de la comunidad budista de Todai-ji (Nara) en 751 o 752. Por su parte, otro monje de nombre Ennin viajó al Monte Wutai de China en el año 840, en un viaje que duró 9 años desde el 838 hasta el 847, y trajo de vuelta escrituras e imágenes de este bodhisattva.

En varios textos se describen muchas formas diferentes de Monju, algunas con nombres distintivos, pero en Japón se le representa comúnmente montando un león y sosteniendo una espada erguida en su mano derecha, simbolizando la cortante separación de las nubes de la ignorancia. En su mano izquierda sostiene un pergamino que representa el Hannyagyo y que algunas veces está soportado por un loto. Algunos tipos de Monju se diferencian por el número de moños en los que está recogido su peinado (uno, cinco u ocho). En la secta Tendai adopta la forma de un monje como ideal del monje ideal, y una forma similar de Monju es encontrada en las salas de meditación de los templos zen. Existe también una Monju con un hábito atado con una cuerda, basado en una fábula china y que es el motivo de una pintura zen.

En la mayoría de las representaciones, Manjushri es mostrado con una cabeza y dos brazos. Cuando, no obstante, se le ve con un doble par de brazos, éstos simbolizan el uso combinado de cualidades internas y externas. Y es que, a fin de beneficiar a los seres sensibles, él también se vale de todos los medios posibles y se manifiesta de muchas maneras diferentes.

Se le describe usualmente como un príncipe de aproximadamente 16 años de edad, de apariencia eternamente joven, a fin de comunicar la idea de que la sabiduría no es en sí misma producto de la experiencia o la madurez, sino consecuencia directa de la indagación lógica de la verdadera naturaleza de la realidad. Su pelo aparece atado en un alto moño.

En China también se le representa como un niño con cinco moños. Esto representa el profundo hecho de la sabiduría como verdad, no-dualidad, pureza e inocencia de la mente de un niño. Cuando uno se encuentra en un estado mental tal, puede reflejar completa y perfectamente la verdad de todo. Los cinco moños simbolizan las cinco divisiones de la sabiduría del buda: la sabiduría de la pura conciencia, la sabiduría de reflejar todas las cosas, la sabiduría de considerar todas las cosas ecuánime y universalmente, la sabiduría de la visión interior, y la sabiduría de buscar el alimento superior para uno mismo y los demás.

Aparece a menudo cubierto de numerosos ornamentos que lo adornan, incluyendo collares, cadenas, brazaletes, pulseras y piedras preciosas. Eventualmente luce también un par de elaborados pendientes que se extienden hasta sus hombros. En su cabeza, lleva una corona que casi siempre muestra su magnífico y gentil poder.

En la iconografía budista, todos los atributos con los que aparece ricamente provista la figura de Manjushri apuntan hacia la sabiduría que personifica:

El doble filo de la espada representa la doble efectividad contra "los dos miedos", el samsara y el nirvana. En lo concerniente al primero, la espada de Manjushri destruye las concepciones falsas y extraviadoras fabricadas por la ignorancia, la causa raíz de todas las ilusiones. En lo concerniente al miedo del nirvana, la espada corta toda tentación por la autoliberación, el estado beatífico que alimenta la complacencia y la indiferencia hacia el sufrimiento de otros. Esta indiferencia es la antítesis de la motivación compasiva de la bodhicitta de alcanzar la iluminación por el beneficio de los otros. Manjushri nunca pierde de vista el bienestar de aquellos que, como nosotros, sólo desean ser felices y escapar del sufrimiento.

La espada de la sabiduría corta "en no-dos" la ilusión de toda noción dualista, destruyendo el engaño, la aversión y el anhelo para revelar la comprensión, la ecuanimidad y la compasión.

Hay un antiguo refrán que dice que la sabiduría de Monju reside en poner juntas tres cabezas, que son mejor que una. Estas tres cabezas se corresponden con las tres mentes: la mente analítica y discursiva, la mente racional y moral, y la mente intuitiva y visionaria.

Por otra parte, el hecho de que Manjushri blanda en su mano la espada no le confiere un aspecto amenazador en absoluto. Por el contrario, sus ojos entrecerrados, enmarcados por cejas arqueadas, y el suave cincelado de su cara, todo pretende suscitar compasión en el observador.

En su mano izquierda sostiene, por su parte, un pergamino o volumen del Sutra Prajñaparamita (Maka Hannya Haramita Shingyo o Sutra de la Gran Sabiduría). Este sutra contiene la esencia de las enseñanzas sobre la gran sabiduría del Buda que lleva a la otra orilla. En algunas representaciones, el rollo está abierto por un pasaje que trata con la realización y la verdadera comprensión de la sabiduría.

Unas veces el Sutra Prajañaparamita aparece apoyado directamente sobre la palma de la mano izquierda de Manjushri y, otras veces, sobre la corola de una magnífica flor de loto azul completamente abierta que sostiene por su tallo. Simboliza la sabiduría tan pura como un loto.

Algunos creen que el sutra sobre el loto representa la idea de que uno puede ayudarse a sí mismo a adquirir conocimiento o inteligencia y liberarse de la ignorancia de partida, al igual que la flor de loto florece sin mancha en medio de las aguas fangosas de este ilusorio mundo.

El hecho de que el loto se abra a la altura de su hombro izquierdo es un signo auspicioso de 'nacimiento puro' para todos los seres que sigan estas enseñanzas.

En otras ocasiones, sus manos aparecen situadas a la altura de su corazón, haciendo el gesto de la enseñanza, con su mano derecha en el mudra vitarka y la izquierda en el mudra varada.

En su aspecto de bodhisattva, aparece, como decíamos, bajo la forma de un joven príncipe de dieciséis años, sentado habitualmente en la postura del loto sobre una base de flor de loto que representa la compasión.

Suele estar entronizado en el zendo (sala de meditación).

En su aspecto de buda completamente iluminado, también se le puede ver a lomos de un fiero león mítico dorado llamado "Shishi". El león es llamado "el rey de los animales" y no muestra miedo. Similarmente, Manjushri enseña el Dharma sin miedo o favor, como el rugido del león, que simboliza la poderosa majestuosidad de la sabiduría según la cual vive.

Algunas veces el león de oro es remplazado por un león verde que simboliza la mente salvaje e indómita dominada por las pasiones compulsivas, y que sólo puede ser transformada y apaciguada por el poder de la meditación. Significa el ego superado e integrado.

fuente: Asociación Budista Soto Zen Argentina

No hay comentarios:

Publicar un comentario