Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

7 abr 2011

una galaxia, dos galaxias, como alas de cigarra ...


Una sublime imagen compuesta revela el arco profuso de nuestra galaxia de forma espectacular
Una imagen que combina 8 diferentes fotografías tomadas por Juan Carlos Casado en las Islas Canarias, muestra a la Vía Láceta en todo su esplendor, un arco de luz azul y violeta sobre el desierto.
“En un cielo abierto desde una locación oscura en el tiempo correcto, una banda tenue de luz se vuelve visible en el cielo. Esta banda es el disco de nuestra galaxia espiral. Ya que estamos dentro de este disoc, la banda parece rodear la Tierra. Esta imagen del arco de la Vía Láctea, sin embargo, va donde el ojo desnudo no puede. La imagen es una fusión digital de nueve fotos para crear un panorma de 360 grados”, dice JC Casado.
En el sentido de pertenencia cósmica, quizás la corona que atraviesa la Tierra y el Sol concluye en su eclosión, en la Vía Lácea, la Madre Celeste.
Estas imágenes de la galaxia, son también recuerdos de nuestro origen.




cigarras
amigas de los árboles
mas no del otoño
Cuando se encaminaba hacia Zhu, Confucio vio en la linde de un bosque a un giboso que atrapaba cigarras con una varilla con tanta seguridad como si las recogiese.
Confucio: Eres muy hábil. Tienes algún método?
El giboso: Tengo un método. Me ejercité cinco o seis meses en mantener dos bolas en el extremo de la varilla. Cuando ya no se caían, aún se me escapaban algunas cigarras. Cuando fueron tres las bolas que no se caían, aún se me escapaba una cigarra de cada diez. Y cuando ya no cayeron cinco bolas, comencé a atrapar cigarras como si las recogiese. Dejo el cuerpo inmóvil, como un tronco aferrado al suelo, y mantengo el brazo inerte como una rama agostada. Poco me importan la grandeza del universo y la multitud de los seres: sólo conozco las alas de las cigarras, y sin trastornarme ni inclinarme, no cambiaría un ala de cigarra por todos los seres ¿Cómo podría fracasar?
Confucio (volviéndose hacia sus discípulos):
Apunta él a un único objetivo, concentra su espíritu; ¿no sería ésta una descripción adecuada de nuestro amigo giboso?
El giboso: Tú, resguardado en una larga y amplia veste, ¿cómo te permites preguntar? Cultiva en ti aquello que te lo permite y te diré más.

Li Ze
El verdadero tratado del vacío perfecto
(siglo V a.C.)

No hay comentarios:

Publicar un comentario