En forma muy general, hay cuatro grupos de seres humanos que pueden clasificarse de acuerdo a sus características principales:
Primeramente, están los que se martirizan a sí mismos. Estos han recibido seguramente una enseñanza errónea y practican la austeridad en extremo.
De segundos, están los que hacen sufrir a su prójimo, matan a otros seres vivientes, roban y comenten crueldades por insospechadas y oscuras razones.
De tercero, están los que sufren y hacen sufrir también a los demás con ellos. Son los que encuentran todo el entramado existencial como un gran conflicto al que deben enfrentarse con amargura cada día.
En el cuarto lugar, están los que no sufren ni tampoco hacen sufrir; viven en completa paz por que han alejado de si mismos todos los deseos, siguen las enseñanzas de Buda y por eso tampoco matan, ni roban. Son los que actúan con pureza de alma.
Puede haber otras tantas clasificaciones parecidas a esta.
También hay una clasificación que divide al ser humano en tan sólo tres grupos: Aquellos que son como letra escrita en piedra, los que son como letra escrita en la arena y los que son como las letras escritas en el agua.
Los que son como letra escrita en piedra se enfadan con facilidad y su ira perdura por muchísimo tiempo, pus son resentimientos escritos sobre la roca de sus corazones.
Los del segundo grupo, se enfadan también con facilidad, pero como las letras escritas en la arena de una playa, la ira se borra con mucha rapidez.
Los del tercer grupo son como cuando escribes letras en el agua, que no deja nunca forma alguna en ella. Son seres que aunque escuchen palabras desagradables, ofensas graves y demás, no dejan lugar en su corazón para ellas y su alma esta siempre pura y limpia.
También hay otra clase de seres humanos. Están primeramente los que tienen un carácter fácil de descifrar; son orgullosos, poco concientes de lo que hacen, inquietos, no tienen tranquilidad. De segundo, los que tienen un carácter difícil de descifrar; son silenciosos y muy atentos a las cosas; saben además, reprimir sus deseos. De tercero, los que tienen un carácter imposible de descifrar: estos, son los que han exterminado completamente los deseos.
De esta manera, hay muchas formas de clasificar a las personas, pero la verdad es que el carácter de los seres humanos es muy difícil de entender. Solamente Buda los entiende y enseña a todos según el carácter de cada uno.
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