Aferrarse a posesiones siempre implica miseria.
El Buda animó a renunciar a posesiones para teminar con el sufrimiento.
Aquellos que están ávidos y necesitados por las cosas queridas, no pueden terminar alguna vez con el dolor, la tristeza y la avaricia.
Por lo tanto, buscando la seguridad, el recluido renuncia a todos sus bienes y va hacia adelante sin hogar.
Viviendo retirado y en un lugar remoto, aislado en los sentidos, le resulta agradable no mostrarse en lugar alguno.
No dependiendo de nada, el sabio no encuentra nada agradable o desagradable.
Tamoco aferra su mente a la posesividad o al lamento, ni a lo que es visto, oído o pensado, asi como el agua no puede estar siempre aferrada a una hoja de loto.
(sutta Nipata)
gracias
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