"Se dice en el Génesis que la serpiente era «la más astuta de
todas las bestias de los campos.» Fue ella la que persuadió a
Adán y a Eva para desobedecer las órdenes de Dios y comer del
fruto del Árbol del conocimiento del bien y del mal. Pero en el
libro del Éxodo, está escrito que Moisés, bajo la orden de
Dios, hizo fabricar una serpiente de bronce y que aquél que
miraba esta serpiente se curaba. Y cuando Jesús envió a sus
discípulos en misión, les dijo: «Sed prudentes como las
serpientes y simples como la paloma.» Hace pues de la serpiente
un símbolo de sabiduría. Del mismo modo, en la India, los
sabios son, en ocasiones, denominados «nagui»: serpientes.
Según el caso, la serpiente es pues representada como una
entidad benéfica o maléfica. ¿Cómo explicar esta
contradicción aparente?
Puesto que fue la serpiente la que incitó a Eva y a Adán a
probar del Árbol del conocimiento del bien y del mal, se hace de
ella uno de los símbolos del conocimiento. Sin embargo, el
conocimiento es neutro. Es bueno o malo según la manera que sea
utilizado. Los seres más instruidos pueden ser los más grandes
benefactores o los mayores criminales. Conocer da poderes. Los
que utilizan su saber para el mal, se unen al aspecto tenebroso
de la serpiente, son los magos negros. Y los que lo utilizan para
el bien, se unen a su aspecto luminoso, estos son los magos
blancos. "
Omraam Mikhaël Aïvanhov
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