“Mantener la mente sosegada. No en blanco, sosegada: desierta y atenta”.
Berta Meneses
1. Quietud del cuerpo. Existe una correlación entre la velocidad de nuestro ritmo corporal con el de nuestras imágenes, sonidos y sensaciones interiores. No es necesario mantener una postura típica de meditación (como el dibujo del principio de este artículo), simplemente relajar el tono muscular, aflojar todas las partes de nuestro cuerpo.
2. Respiración consciente. Quizá éste sea el punto central o principal respecto a acallar nuestra mente. Tomemos como referencia aquellos pensamientos perturbadores por una incertidumbre futura o inquietos por un pasado desagradable o desafortunado. En lugar de tener nuestra mente focalizada en el pasado o en el futuro, podemos invitar a nuestra mente racional a dirigirse a algo que nos sea beneficioso; Berta Meneses propone dirigir nuestra atención a realizar una respiración abdominal.
3. Capacidad de atención en nuestro centro. Ésta va relacionada con la parte emocional, con reducir las expectativas, los apegos a los resultados. Lo llama “corazón silencioso”, y habla de ”aprender a querer aquello que ha de ser querido”. Es un “liberarse de lo que pide el ego”y lograr un ”silencio de la voluntad”; es un dejar de lado nuestros caprichos, liberarnos de esos deseos superficiales, y hacer lo que debemos hacer, centrar nuestra atención en fluir con lo que sucede en ese momento, estar presente en el aquí y el ahora.
Berta Meneses. Maestra zen.
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