Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

20 ene 2013

“Mantener la mente sosegada. No en blanco, sosegada: desierta y atenta”. 
Berta Meneses

En la conferencia titulada Vivir el silencio, Berta Meneses explica y nos orienta en diferentes variables en las que prestar atención para conseguir estar en nuestro centro, mantenernos en un equilibrio interior, en una calma de pensamientos y emociones, en eso que suele llamarse “paz interior”. Son tres aspectos muy básicos:

1. Quietud del cuerpo. Existe una correlación entre la velocidad de nuestro ritmo corporal con el de nuestras imágenes, sonidos y sensaciones interiores. No es necesario mantener una postura típica de meditación (como el dibujo del principio de este artículo), simplemente relajar el tono muscular, aflojar todas las partes de nuestro cuerpo.

2. Respiración consciente. Quizá éste sea el punto central o principal respecto a acallar nuestra mente. Tomemos como referencia aquellos pensamientos perturbadores por una incertidumbre futura o inquietos por un pasado desagradable o desafortunado. En lugar de tener nuestra mente focalizada en el pasado o en el futuro, podemos invitar a nuestra mente racional a dirigirse a algo que nos sea beneficioso; Berta Meneses propone dirigir nuestra atención a realizar una respiración abdominal.

3. Capacidad de atención en nuestro centro. Ésta va relacionada con la parte emocional, con reducir las expectativas, los apegos a los resultados. Lo llama “corazón silencioso”, y habla de ”aprender a querer aquello que ha de ser querido”. Es un “liberarse de lo que pide el ego”y lograr un ”silencio de la voluntad”; es un dejar de lado nuestros caprichos, liberarnos de esos deseos superficiales, y hacer lo que debemos hacer, centrar nuestra atención en fluir con lo que sucede en ese momento, estar presente en el aquí y el ahora.

Berta Meneses. Maestra zen.

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