Al dormir, las seis esferas del pensamiento,
sonido, tacto, vista, sabor, y olor parecen reales.
Esta misma mente observa el mundo durante el día—
bendíceme a saber que todos los fenómenos son sueños.
La mente no tiene color, ni forma, ni peso;
no tiene adentro, ni afuera, ni origen, ni fin—
bendíceme a examinar esta atención sin nacimiento.
La vacuidad cura las creencias erradas,
pero aquellos que creen en la vacuidad son incurables—
bendíceme a permitir que aún el antídoto se libere por sí sólo.
La mente es luminosa y vacía,
clara y tranquila, libre de elaboraciones—
bendíceme a descansar en la naturaleza de la esencia.
Mientras camino, me tengo de pie, me siento, o me acuesto,
esta luminosidad vacía no debe abandonarse ante las apariencias—
bendíceme a permanecer siempre una criatura de la ilusión.
Entrenamiento mental: 2-6, Práctica formal, Bodichita absoluta
fuente: www.granviacentral.wordpress.com
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