La bondad solo puede florecer en libertad. No puede hacerlo en un terreno de persuasión en ninguna de sus formas, ni tampoco por la fuerza o como resultado de una recompensa. No aparece mientras haya alguna clase de imitación o conformidad, y, como es natural, no existe cuando hay temor. La bondad se revela a sí misma en la conducta, y esa conducta se basa en la sensibilidad; esa bondad se manifiesta en la acción. El movimiento del pensamiento no es bondad. El pensamiento, que es muy complejo, debe comprenderse, y esa misma comprensión lo despierta de su propia limitación. -
J. Krishnamurti Cartas a las escuelas. Septiembre de 1978.
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