No busco la Vía,
pero tampoco hago lo contrario.
No me prosterno ante Buda,
pero tampoco lo desprecio.
No permanezco mucho tiempo sentado,
(meditando) pero tampoco
me siento relajado.
No limito mis comidas a una sola,
pero tampoco me atiborro.
No me siento satisfecho de todo,
pero no me muestro ávido.
CUANDO EL CORAZÓN
ESTÁ DESPOJADO DE TODO DESEO
ENCUENTRA LA VÍA.
La Gran Vía es generosa, Por eso no es difícil ni fácil. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario