Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".

AVISO

queridos amigos los haikus que humildemente escribo están en este sitio: www.haikusilvestre.wordpress.com
gracias ! Namasté

1 ago 2013




PERDONATE Y PODRÁS RECIBIR

La culpa principal, es la que nos programaron en el pecado original, cuando Adan y Eva se nutrieron del árbol del conocimiento. Y desde entonces se vieron obligados a ganarse el pan con el sudor de su frente, osea que al recibir un regalo de la naturaleza; nos castigaron para que desde entonces, el hecho de poder obtener algo en la vida, sea en base del esfuerzo, en vez de incondicionalmente gracias a la generosidad de Dios.

Cuando eramos niños, necesitábamos de amor incondicional de nuestros padres, para sentir cubiertas todas nuestras demandas, de calor, afecto y nutrición. Nuestros padres al no haber recibido ese amor incondicional, tampoco pudieron dárnoslo, y en muchos casos se sacaron la responsabilidad de encima, haciéndonos sentir culpables de nuestras grandes demandas, al sentirnos necesitados.

Mientras que no seas capaz de perdonar a tu parte Yin; esa parte de ti, que necesita recibir y llenarse, para luego poder dar energía, a tu parte Yang que es la dadora; seguirás huyendo inconscientemente de las personas que te nutren, te cuidan y te dan amor incondicionalmente.

Te resultará más cómodo estar en relaciones en las que todo es un esfuerzo y una lucha, pues una parte de ti siente que con ese esfuerzo está pagando por su culpa, y entonces ya se puede ganar ese amor, pues lo ha pagado con su sufrimiento, en vez de recibirlo incondicionalmente.

Tu inconsciente prefiere manejarse con la rabia y frustración, por no ser amado como tu quisieras, que experimentar la culpa, al recibir el amor que internamente piensas que no te mereces, y que hace que te sientas indigno, y acabes huyendo, cuando la vida te pone delante lo que más anhelas en el fondo.

Reconoce esa parte necesitada en ti, y perdónala entendiendo que todos primero necesitamos recibir, para luego poder dar a la vida, de la misma manera que necesitamos inspirar aire, para luego poder espirar. Solo cuando te hayas perdonado, podrás recibir el abrazo amoroso incondicional de la vida, que te trae a través de algunas de las personas que te encuentras por este camino eterno.

Javier Llorente

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