Tratando de llegar al lugar de nacimiento del príncipe SIDDARTHA GAUTAMA BUDDHA (AÑO 623 A. DE JC.), en KAPILAVASTU ciudad situada a 150 kilómetros al nordeste de la ciudad de BENARÉS en la INDIA, a 60 kilómetros de los picos inferiores de las montañas del HIMALAYA.
Su viaje constituyó una epopeya de tal magnitud que posteriormente el EMPERADOR CHINO lo nombró como su embajador personal, cargo al que renunció para continuar con su peregrinación, que le llevó a descubrir las “CAVERNAS DE DUNGHANG” sitio en donde encontró murales muy antiguos con imágenes del BUDDHA, habiendo visto “LAS ESTUPAS” (templos budistas en forma de campana) al llegar a la INDIA; SUANG-SAN lloró bajo la legendaria higuera donde supuestamente BUDDHA alcanzó “EL NIRVANA” (EL ÉXTASIS), y después tradujo al chino los escritos de aquella caverna.
Tiempo más tarde tratando de emularlo, organizó por su propia cuenta una expedición, encontrando los restos de la antigua gran muralla china y de una arcaica y desconocida ciudad que yacía sepultada por las dunas de arena del desierto y las CAVERNAS DE DUNGHANG, las que eran custodiadas por un anciano monje budista, así como imágenes de aquel legendario monje hechas al estuco en sus paredes; asimismo encontró los escritos en SÁNSCRITO llamados “SUTRA DEL DIAMANTE”, que se consideran como el primer pergamino impreso en el mundo y que actualmente se encuentran en el MUSEO BRITÁNICO.
veamos ahora un resumen de lo que fue este lugar que con tanta valentía y fe curzó el monje Suang-San ...
Ruinas de la antigua Loulan |
Situación del desierto de Taklamakan |
La tarde del 28 de marzo de 1900, Hedin avistó restos de casas de madera en lo alto de un pequeño alcor, en parte erosionado. Los hombres investigaron el interior de las moradas, desenterraron algunas monedas y utensilios chinos antiguos, y en su precipitación por regresar al campamento base, olvidaron allí la única pala del grupo. Hedin envió a su ayudante en busca del valioso útil. Cuando llegó a las ruinas, el hombre descubrió que había pasado una violenta tormenta de arena, dejando al descubierto una gran ciudadela de ladrillos cocidos al sol. Y de esa manera salió a la luz la fortaleza de Loulan, antaño floreciente comunidad de oasis enterrada en el desierto durante 1.500 años.
Recreación del reino de Loulan |
Loulan en la actualidad |
Aunque el Taklamakan albergaba miles de años de habitación humana, la vida solo pudo haber empeorado cada vez más a medida que aumentaba la aridez de la zona.
El nombre turco del desierto, que significa “entra y no saldrás”, resume los recuerdos de muchas personas que viajaron allí. Hedin lo consideraba “el peor y más peligroso desierto del mundo”, y abundan historias de caravanas enteras que fueron tragadas, por lo que un diplomático británico lo llamó las “olas gigantescas de un océano petrificado, dunas de arena en movimiento con una altura de hasta 90 metros”.
La “bella” de Loulan |
Irónicamente, la magnífica conservación de los artefactos procedentes de Taklamakan es resultado de las mismas duras condiciones climáticas que engulleron tanto a individuos como a ciudades. La arena del desierto actuó como un deshidratante, haciendo que los cuerpos enterrados se momificaran de forma tan completa que todos los rasgos físicos permanecieron intactos. Los artículos funerarios, como las telas, los implementos de madera y la cestería, que en otras partes se habrían descompuesto, también fueron preservados. Quizá los hallazgos más importantes sean los documentos, muchos de ellos encontrados por el explorador británico Aurel Stein, a comienzos del siglo XX. Escritos en tablillas de madera y en papel en caligrafía china e india, las cartas y los registros legales de entre 1.500 y 1.700 años de antigüedad dan voz a un pasado por lo demás mudo, infundiéndole una dimensión personal que ni siquiera los artículos más íntimos pueden conferir.
Tablilla escrita |
Las tumbas en la periferia de los desiertos de Taklamakan y Lop, algunas con 4.000 años de antigüedad, contenían vestigios fascinantes de la vida cotidiana de sus antiguos habitantes: desde mantas de lana, ropa de piel de oveja y zapatos de cuero, hasta vasijas de madera y cestas de hierba entretejida. Pero el túmulo funerario del así llamado Círculo Sagrado y Río Kongque, 42 grupos de tumbas excavadas en 1979, también testimonian un sistema de creencias: la presencia de granos de trigo y figuritas con aspecto de diosa sugerían una desarrollada preocupación por la otra vida. Las mismas tumbas exhibían una orientación de este a oeste, y los cuerpos estaban tendidos de manera cuidadosa y consistente.
Momia del Bronce en Xiaohe |
Conjunto de tumbas en Xiaohe |
Momia hallada en el Taklamakan
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