Al liberarnos de todo anhelo, ansia, atracción, sed, pasión, y deseo por la multitud de formas, sensaciones, experiencias, construcciones, y variedades de conciencias, entonces, con la inevitabilidad de su transformación y alteración, no experimentamos ninguna decepción, insatisfacción, descontento, dolor, frustración, congoja, o desesperación.
Si no vivimos inmersos en estos derivados del apego, entonces no sufrimos con la calentura del deseo, la añoranza, ni ningún otro impulso irresistible.
Aun más, al desintegrarse estos cuerpos, tranquilos y serenos, alcanzaremos un destino provechoso.
Esta es la ventaja venturosa y el beneficio asegurado de eliminar el deseo y el afán aquí y ahora.
Perseguir el placer produce dolor aplazado y oculto. Renunciar al placer produce tranquilidad ahora y dicha luego.
―Sariputra, Samyukta Agama
fuente: http://granviacentral.wordpress.com/2014/11/25/tranquilidad-ahora-y-dicha-luego/
escuchando silencios ... pretendidos haikus ... nacen desde la floresta ...
Los peces nacen en el agua, el hombre nace en el Tao.Si los peces, nacidos en el agua, buscan la sombra profunda del estanque o la alberca, todas sus necesidades son satisfechas.Si el hombre, nacido en el Tao, se hunde en la profunda sombra de la no-acción, para olvidar la agresión y las preocupaciones, no le falta nada, su vida es segura.
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
Moraleja: "Todo lo que necesita el pez es perderse en el agua.Todo lo que necesita el hombre es perderse en el Tao".
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